¡Donde diablos...!
La firma de Covadonga Traverso en Hoy por Hoy Jerez

“¡DÓNDE DIABLOS…!”
¡Anda!; ahí estás. Tras todo este tiempo de búsqueda, y en un cajón que frecuento, tienes a bien reaparecer así, fortuitamente, en la esquina más recóndita. Me pregunto cómo has llegado aquí.
Ni recuerdo cuántas veces dije: ¡dónde diablos te habré puesto! Cuanto mayor era mi intento de encontrarte menos pistas recordaba para tu seguimiento. De hecho, estabas entre esas cosas que en su momento no llegué a localizar ni sobornando a un pobre San Cucufato, que siempre terminaba dolorido.
Me considero una persona ordenada, aunque no de entre las obsesionadas por ello. Es más, en algunos ámbitos tengo (creo que como casi todos) un ordenado desorden; pero, eso sí, el mío. Como ejemplos clásicos, casi tópicos, diré a mi favor que todos los tuppers tienen su tapadera y que a pocos calcetines he divorciado. Pero es que a veces…; no sé si son las meigas, los duendes, o cualquier criatura similar que conozcan; el caso es que no hay manera.
Seguro que lo han experimentado y convendrán conmigo en qué mal se pasa. Ciertamente, el transcurrir del tiempo hace que se mitigue el disgusto y termines aceptando su pérdida, si bien resignada y con inevitable cierta tristeza. Porque suelen ser cosas de valor, y no precisamente material.
Así que permítanme hoy compartir mi alegría, mi pequeña-gran alegría por este reencuentro. A ti, querido objeto, te perdono este innecesario juego al escondite. Estás de vuelta y es lo importante.
No puedo evitar establecer un paralelismo con aquellas personas a quienes es la memoria la que les impide rescatar pero los recuerdos, los pasados, y las vivencias recientes en particular. Mi solidaridad para con ellas; aunque nos olviden poco a poco, e incluso aunque no sean conscientes, nos necesitan. Sigamos, por favor, a su lado; y, en particular, mantengamos en nuestras Vidas a sus fieles cuidadores.
Un muy cercano y especial abrazo hoy a todos.
Covadonga Traverso Blanco




