El caso Koldo

EL CASO KOLDO

El presidente del gobierno Pedro Sánchez atraviesa su momento más crítico, dada su torpeza manifiesta de haber nombrado a dos secretarios de organización de su partido consecutivos, Ábalos y Cerdán, que han sido compinches en sucesivas corruptelas relacionadas con obras públicas, según los informes de la UCO.

Quien ha dado nombre al caso es el tercer hombre implicado, Koldo García Izaguirre, un exportero de prostíbulo que luego fue concejal en un pueblo de Navarra y posteriormente chófer-asesor de ministro. Este representante de la España más rancia y despreciable es la pieza clave de la trama a tenor de las grabaciones inculpatorias que ha venido registrando durante años, desde que tuvo poder de influencia como mano derecha de Ábalos.

Sin embargo, mucho antes de urdir sus tejemanejes, el hoy famoso Koldo fue indultado en 1996 por el gobierno de Aznar de la condena a más de dos años de prisión a causa de la terrible paliza que, en su oficio de matón, le dio a un ciudadano. Ignoramos por qué se le concedió aquel indulto, pero resulta sospechoso. Y no solo eso, pues el gobierno de M. Rajoy lo condecoró en 2018 con la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil gracias a “su labor como escolta y su contribución a la paz en el País Vasco”, aunque en 2011 lo condenaran por agredir a un menor porque llevaba puesta una camiseta con la palabra en euskera independentzia.

Ayer se supo que varios de los audios incautados a Koldo revelan sus conversaciones telefónicas —desde 2020, en plena pandemia, hasta principios de este año— con Miguel Tellado, hombre fuerte de Feijoo y portavoz parlamentario del PP. En ellas, Tellado habría ofrecido a Koldo beneficios judiciales a cambio de información sobre el PSOE. Por eso, es un insulto a la dignidad de los españoles que el PP, el único partido sentenciado por corrupción sistemática e imputado por tramas mafiosas como la policía patriótica del caso Kitchen, organizara recientemente una manifestación contra el gobierno con el lema “Mafia o democracia”, como si ellos estuvieran libres de pecado.

No sabemos aún lo que depararán los 30.000 documentos incautados al siniestro personaje de Koldo, pero lo que está claro es que los dos partidos que han gobernado en democracia siguen chapoteando en las cloacas del Estado. Es hora de condenar e inhabilitar no solo a los corruptos, sino a las empresas corruptoras como Acciona y tantas otras que se lucran de los presupuestos públicos a base de adjudicaciones ilegales.

Julio Asencio.