Los colores del verano
La opinión de Andrés Recio

Morón de la Frontera
La imágenes eran repetidas a la vez que renovadas; cada día de cualquier verano. Los niños nos bebíamos la estación entera, troceándola con el cuchillo instintivo de la niñez, la engullíamos a tragos largos, a borbotones de placidez. El verano también es una estación que se pavonea con sus colores. Los rastrojos color miel, los olivos colmados de verdes corgameles, las pecheras de los niños manchadas de rojos chorreones de néctar de sandía. Y tiene el verano sus colores en la tele: en julio, los tonos más graves de Curro Jiménez; en agosto, los despejados del Piraña y Chanquete. Chanquete, cuarenta entierros a cuestas lleva ya ese buen hombre. Nadie merece morir tantas veces.
Y por las tardes, azules de piscina y de puro cielo, o el dorado burbujeante y con corona blanca de una caña tirada con arte. Y si hay ganas, o suerte, los colores del mar, de ese animal portentoso que aglutina tantos tonos como días. “¡Dios mío, enséñame a ser irreflexivo!”, invoco al poeta, para volver a beberme el verano, entero, como aquellos niños de alberca de cemento y baño en calzoncillos. ¿De verdad que todo era tan natural, tan espontáneo, tan sencillo?
Moreno Villa, el poeta del veintisiete, lo sabía: “Con el sauce, vivo / con el ciprés sueño / todo me cansa y me rinde / si no es mío, si es del mundo. / Todo me embelesa y lanza / si lo vivo y lo penetro. / Con el sauce, vivo. / Con el ciprés, sueño”. Y es que los colores con los años se tornan más difusos, se nos escapan sus verdaderos tonos, se nos muestran diluidos en inquinas, afanes, fobias, ansiedades. Tal vez sea sólo eso, que los colores ya no son nuestros, nos abandonaron porque estamos en otras cosas y se los hemos dejado al mundo; y que ya nos hemos olvidado de beber pensando tan sólo en qué estamos bebiendo. “El molino ya no está; pero el viento sigue todavía”, diría Van Gogh. Recuperemos el molino y dejemos volar de nuevo a merced de los aires, y en auténtica libertad, aquellas apasionadas aspas infantiles.




