El aula vacía
La firma de opinión del profesor y escritor Mario Cuenca Sandoval
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El aula vacía. La firma de Mario Cuenca Sandoval
Córdoba
Como soy docente, he adoptado la costumbre en los últimos años de tomar una foto de mi aula vacía una vez se marchan los alumnos. Es una imagen peculiar, que combina el sosiego de los pupitres perfectamente alineados con la desolación de que aparezcan vacíos. En el silencio de la fotografía, casi pueden oírse el vocerío en los pasillos y las risas de los muchachos, cuyo fantasma se cierne de alguna manera sobre la imagen. Supongo que es la paz después de la batalla, pero también es la vida que se marcha de las aulas hacia las piscinas, o las playas, o la montaña.
Los docentes permanecemos todavía algunas jornadas más en estas instalaciones recalentadas por el verano que nos espera, para despachar los últimos asuntos, agotados, felices, esperanzados y desencantados al mismo tiempo. No sé si hay muchos oficios en los que se mezcle, con tanta pureza, esta amalgama de emociones.

Mario Cuenca
Escritor




