Las dos ausencias de la cumbre de Sevilla
El subdirector de Diario de Sevilla, Carlos Navarro Antolín, reflexiona sobre la impresión que se habrán llevado cientos de dirigentes al llegar a una ciudad con 40 grados de temperatura

Carlos Navarro Antolín: Las dos ausencias de la cumbre de Sevilla
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Donald Trump se ha ahorrado el calor de Sevilla en la cumbre de la ONU a la que, por cierto, no ha enviado ningún representante. No tenemos suerte con los presidentes norteamericanos. Obama suspendió su visita en julio de 2016 por el asesinato de varios policías en Estados Unidos. Vino después, ya de ex presidente, y visitó el Alcázar. Trump no probó anoche la cena que los Reyes de España ofrecieron en el Alcázar y que sirvió Pedro Robles en el día de su santo.
Ni Trump ni León XIV. No sabremos hasta dónde habría llegado el blindaje de la ciudad con los dos grandes líderes aquí presentes. El Papa fue invitado por Pedro Sánchez, tal como hizo público la Moncloa, pero el Vaticano considera que la cita de Sevilla es un foro de un carácter marcadamente económico. Y, además, el Santo Padre no ha realizado aún su primer viaje.
Seguro que muchos dirigentes se han preguntado al llegar a Sevilla quién tuvo la brillante idea de citarlos en la ciudad de los 40 grados. Con la de países que forman parte de Naciones Unidas… ¿Qué habrán pensado los integrantes de esas caravanas oficiales de vehículos oscuros al pasar por los puntos clave donde están los relojes con la temperatura…?
Recuerden, además, que el Alcázar es de los pocos edificios oficiales con salones y grandes estancias sin aparatos de aire acondicionado, salvo la parte destinada a residencia privada.
Alguno habrá soñado con que los drones son ventiladores de techo. Puro delirio.