Nuria Canivell, decana del Colegio de Arquitectos de Sevilla: "La arquitectura tiene mucho que decir sobre combatir las olas de calor"
Según un estudio, los barrios periféricos son los más afectados por la falta de arbolado, sombra y espacios públicos. Se anuncia la creación de un Consejo Asesor de arquitectos/as que asesore al Ayuntamiento

Nuria Canivell, decana del Colegio de Arquitectos de Sevilla: "La arquitectura tiene mucho que decir sobre combatir las olas de calor"
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En la gala los Premios COAS Arquitectura & Sociedad que se celebraron hace unos días en Artillería, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, anunció la creación de un Consejo Asesor de Arquitectos/as.
Nuria Canivell, decana del Colegio de Arquitectos de Sevilla, ha contado en Hoy por Hoy que, efectivamente, “el Colegio de Arquitectos ha nombrado un Consejo Asesor a disposición de la administración que lo necesite, un consejo técnico e independiente, con vocación de asesorar al equipo que sea, del color político que sea, porque somos técnicos”.
Este nuevo Consejo Asesor estará formado por arquitectos y arquitectas de reconocido prestigio y una sólida trayectoria profesional: Juan Ruesga, María Teresa Pérez Cano, Teresa Cruz Navarro, Carlos Carbajosa Fernández y Reyes Lara Escoz. Su función será asesorar al Ayuntamiento de Sevilla en cuestiones estratégicas relacionadas con el urbanismo, el planeamiento, la arquitectura, el paisaje y la identidad urbana.
Este consejo es importante porque la arquitectura debe jugar un papel importante en la toma de decisiones urbanas, porque, como dice Canivell, “la arquitectura no es solo proyectar o construir: es estrategia, cohesión social, equidad, salud, sostenibilidad, cultura y patrimonio”.
Un ejemplo lo tenemos estos días con la primera ola de calor, y las que vendrán. La situación es especialmente preocupante en los barrios más vulnerables de la periferia, donde la falta de arbolado, de sombra y de espacios públicos adecuados agrava aún más los efectos del calor.
“A ello –sigue explicando la decana del Colegio de Arquitectos- se suman unas condiciones edificatorias precarias y una planificación urbana que, en muchos casos, no ha tenido en cuenta la adaptación climática. El resultado son entornos poco habitables, donde el calor extremo tiene un impacto directo en la salud y en la calidad de vida de las personas”.
Las medidas que podrían adoptarse para revertir esa situación consisten en “una transformación profunda del espacio público y del modelo urbano: más vegetación, más sombras, materiales adecuados, pavimentos que no irradien calor, fachadas con aislamiento térmico y soluciones bioclimáticas adaptadas a nuestro contexto”. A esto hay que añadir “políticas públicas que prioricen estos barrios, que escuchen a quienes los habitan y que entiendan el urbanismo como una herramienta de justicia climática”.
Lógicamente, la arquitectura juega en la transformación climática de los barrios un papel clave. “La arquitectura puede mejorar la eficiencia energética de las viviendas, repensar el espacio público y promover entornos urbanos más habitables”, concluye Canivell, quien pone como ejemplo arquitectas como Reyes Gallegos o Izaskun Chinchilla que están señalando con claridad cómo el urbanismo puede convertirse en una herramienta para combatir la desigualdad y dar respuesta a la emergencia climática.




