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“Pinceles con duende: el flamenco cobra vida en una exposición colectiva”

La muestra “Al compás. Pinceles flamencos” abre sus puertas en Morón de la Frontera, reuniendo a cuatro artistas que reinterpretan el flamenco desde las artes plásticas, con la destacada participación del arahalense José Antonio Brenes Gómez.

OBRA DE JOSE ANTONIO BRENES. EXPOSICIÓN "AL COMPÁS. PINCLES FLAMENCOS"

La tarde de ayer marcó la inauguración de Al compás, pinceles flamencos, una exposición colectiva que reúne cuatro interpretaciones visuales sobre el flamenco —el cante, el baile y el toque— desde el dibujo y la pintura. La muestra, que permanecerá abierta hasta el 22 de septiembre, propone una fusión entre técnicas tradicionales y contemporáneas para captar la esencia de un arte tan vivo como simbólico.

Entre los participantes destaca José Antonio Brenes Gómez, artista de Arahal, licenciado en Bellas Artes y técnico en cerámica, cuya obra se caracteriza por su vinculación emocional con el flamenco y su capacidad de trasladarlo desde el escenario al lienzo. Con más de 16 años como monitor cultural en el Ayuntamiento de Paradas, Brenes ha dejado su sello tanto en la escenografía de festivales como en murales y composiciones que transitan entre lo plástico y lo emocional.

“La exposición ha sido una experiencia muy gratificante”, explica el artista. “Nos permite ofrecer, desde nuestra versatilidad, una visión distinta del flamenco”. Su propuesta en la muestra incluye fragmentos de escenografías pasadas, como un retrato de Aurora Vargas del festival Oripandor 2024, así como piezas que evocan sensaciones menos obvias del flamenco, como el aroma. “El flamenco también huele”, afirma Brenes, quien utiliza materiales como latas antiguas y técnicas como el action painting para evocar ambientes populares de antaño, donde los jazmines, claveles y bombillas compartían protagonismo con el arte jondo.

Más allá del aspecto visual, Brenes defiende una relación directa entre lo escénico y lo pictórico, y apuesta por la creación en vivo como forma de conectar con el público. “Me gusta pintar en directo mientras suena el cante o baila una artista. En una ocasión incluso pinté sobre el cuerpo de una bailaora. Fue una experiencia única”.

La exposición no solo celebra la estética del flamenco, sino que también plantea una reflexión sobre su lugar en el arte contemporáneo. “Nos toca vivir un momento distinto, romper estereotipos y actualizar el lenguaje plástico del flamenco”, señala el artista, quien destaca la diversidad técnica de la muestra, que va desde el naturalismo al collage digital.

Cuando se le pregunta por una palabra para definir esta exposición, Brenes no duda: pasión. “Es lo que nos une a todos los que formamos parte de esta muestra. Una pasión libre, sin mesura, que se expresa a través del pincel como se expresa el quejío en una garganta”.

Al compás, pinceles flamencos invita al visitante a sumergirse en un universo donde el arte flamenco se pinta, se huele y se siente. Una cita ineludible para quienes buscan entender el flamenco desde nuevas perspectivas, con la intensidad que solo la pintura —y el alma— pueden ofrecer.