Nada parece suficiente
El PSOE afronta su mayor crisis política

La Columna de Javier Alonso (09/07/25)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Parece que ha pasado una eternidad. Pero hace sólo un año el principal debate que tenía el PSOE en Andalucía era si Juan Espadas debía o no seguir al frente. El resultado de otro capítulo de las habituales luchas internas fue un cambio de planes y la precipitada proclamación de María Jesús Montero como única opción de consenso y con garantías.
Hoy, cuando el PSOE afronta su mayor crisis política y ya con María Jesús Montero como candidata oficial, cabe preguntarse si todo este tránsito ha merecido la pena. En el momento de mayor debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso y tras el derrumbe de parte de su entorno va a tener que desprenderse de su vicepresidenta, uno de los pocos pilares que aún se sostienen y que conservan el respeto interno como se comprobó en el último comité federal.
En poco tiempo Montero tendrá que dejar el Gobierno para centrarse de forma exclusiva en Andalucía con un panorama extremadamente complejo. Los últimos sondeos, los del CIS de Tezanos y los del Centra andaluz, coinciden en su diagnóstico. Ambos situaban a Juanma Moreno en posición de repetir una holgada mayoría absoluta.
La candidatura de Montero siempre tuvo sus riesgos. Iba a arrastrar todo el desgaste que tuviera el Gobierno (ahora mucho mayor) y se iba a quedar sin margen para definir una línea propia.
Era complicado, por ejemplo, que la misma persona que negocia la financiación singular de Cataluña pudiera luego sostener el debate en Andalucía.
En estos momentos, en pleno caso Cerdán, su suerte está estrechamente vinculada a la respuesta que sea capaz de ofrecer Pedro Sánchez.
De momento, ni las medidas anunciadas contra la corrupción y el machismo en el comité federal, ni los cambios en la dirección, ni las propuestas planteadas en el Congreso sirven para recuperar terreno y aupar la candidatura en Andalucía, el siguiente escenario electoral.
La crisis es tan profunda que ahora mismo ya nada parece suficiente.
Aún así, al PSOE aún le queda una baza. Y no está ni en Ferraz ni en San Vicente… Está en Génova. La nueva dirección de Feijóo y los intentos de disputar el espacio a Vox pueden expulsar al PP andaluz del espacio central y alejar a los votantes progresistas desencantados.




