El descaro privatizador

De algo más de 40.000 aspirantes a las oposiciones docentes de Andalucía, han aprobado 18.000. Más de la mitad han visto frustrados sus sueños para acceder a algunas de las 7.000 plazas dispuestas este año por la Junta. A algunos tantos meses de estudios, encierros y privaciones les ha pasado factura una simple falta de ortografía.

Los que se presentan, tras mucho tiempo de esfuerzo, saben a que a partir del uno de septiembre cobrarán lo mismo que los 17.000 docentes de la enseñanza concertada, gracias a una subida general que permitirá homogeneizar salarios, pese a que el acceso de cada uno a cada puesto no ha costado lo mismo.

Que el Gobierno del PP beneficia a la empresa privada frente a la educación pública era algo obvio. Pero se está volviendo descarado. Lo saben los rectores de las universidades públicas a las que les han rechazado algunas nuevas titulaciones bajo unas exigencias que no han tenido las privadas. Y lo saben en los coles públicos. Sin ir más lejos en Cádiz se le está permitiendo al colegio concertado de Salesianas convertir su patio junto a la playa en un aparcamiento de pago. Es una financiación extra a la que jamás podrían aspirar los colegios públicos.

Mientras unos se pagan su publicidad cada mes de marzo para promocionar la matriculación en sus centros llenos de recursos, los públicos no han tenido ni siquiera ayuda para promocionarse. Los lujos de unos frente a un final de curso en la pública donde, en algunos casos, han sido las madres y los padres los que han tenido que pagar los ventiladores para que sus hijos no se asfixien de calor en clase.