Hoy por Hoy Sevilla desde la 60 edición de la 'Caracolá Lebrijana'

El programa Hoy por Hoy Sevilla, dirigido y presentado por Salomón Hachuel, se ha realizado desde el Centro del Flamenco de Lebrija con motivo de la 60 edición de 'La Caracolá'.

El Centro del Flamenco de Lebrija es el corazón de la memoria flamenca de Lebrija. Aquí se conserva, se difunde y se dignifica una herencia cultural única y un espacio que conecta pasado y presente, y que permite que nuevas generaciones se acerquen al cante y al toque desde el respeto y el conocimiento.

Emitir el programa desde este centro tiene todo el sentido: es un símbolo del compromiso de Lebrija con su cultura más profunda y que ha llevado a la 60 edición de la 'Caracolá' Lebrijana.

La 'Caracolá Lebrijana' cumple 60 años de historia como uno de los festivales "de más importancia y peso" de la provincia, con actuaciones y actividades culturales paralelas en torno al flamenco, que se desarrollarán entre los días 8 y 19 del mes de julio. El 'Caracol de Oro' se otorga este año al cantaor José Valencia.

Desde el 8 hasta el sábado 19 de julio, se sucederá un sinfín de actuaciones y actos relacionados con el flamenco. Porque en la 'Caracolá Lebrijana', no solo hay recitales, también rutas culturales, proyecciones de documentales, exposiciones, conferencias, audiciones de guitarra y homenajes.

Entre los invitados, Salomón Hachuel ha contado con el alcalde de la localidad, José Benito Barroso Sánchez y su delegado de Cultura, Patrimonio y Turismo, José Ángel Martínez Fernández. Y es que el flamenco tiene un enorme potencial como activo cultural, turístico, patrimonial y económico. Más allá del indudable goce estético y musical que produce, es una fuente de riqueza para todos aquellos que forman parte de la gran familia profesional de este sector, pero también para territorios como Lebrija.

Precisamente el lunes, 14 de julio, coincidiendo con el fallecimiento en 2016 de El Lebrijano, se presenta el Boceto de Monumento a Juan Peña, que está realizando el autor Augusto Arana, bajo el encargo de la Fundación Legado Juan Peña El Lebrijano y con la colaboración del Ayuntamiento de Lebrija.

Recordemos que El lebrijano se alzó como uno de los grandes innovadores del flamenco. Estaba dotado una espectacular voz y de un prodigioso sentido del compás, lo que le llevó a erigirse como uno de los grandes del cante "jondo" y a acumular elogios. Uno de los más conocidos es el que le dedicó el escritor Gabriel García Márquez, que decía que "cuando 'El Lebrijano' canta se moja el agua".

De ahí que hayamos contado también con Tere Peña y Alfonso García, quien este martes, 15 de julio, en el patio trasero de la Casa de la Cultura, organiza una “Mesa temática 60 años de la Caracolá bajo el título “La Caracolá lebrijana vivida y viva”.

Tere Peña, por su parte, nos ha contado cómo fue su hermano Pedro el ideólogo del festival La Caracolá de Lebrija, apoyado por un grupo de buenos aficionados. Fraguado en su casa, Tere recuerda muchas conversaciones en torno a lo que se estaba creando: "Los caracoles de los primeros años se guisaron en un gran baño en el patio de mi casa, y los atrezos de la primera edición eran las sábanas blancas de mi madre, yo era muy chica, pero era una esponja".

Y es que la Caracolá y el flamenco en general en Lebrija juega un papel fundamental en la vida cultural de la localidad, tanto que la configura como un proyecto de ciudad.

Además de repasar la programación extraordinaria por el aniversario de los 60 años -basada en tres ejes: excelencia artística, equilibrio generacional y arraigo territorial- en esta edición se hace especial hincapié en dar visibilidad al papel de la mujer en el flamenco actual. Encarnación Fuentes Herrera, diputada de Cohesión social e Igualdad de la diputación de Sevilla –y delegada de Deportes de Lebrija-, ha insistido en la idea de cómo los núcleos de población se pueden configurar alrededor de una idea, de un modo de vivir que en este caso ha dado vida al flamenco.

Y la importancia de darle toda la visibilidad posible a aquellas mujeres que en las familias fueron las transmisoras del arte flamenco, en sus casas, con sus niños, como dice José Valencia, “nunca fue el aprendizaje del flamenco algo académico, sino una cosa natural transmitidas por las madres”. Es justo que se reconozcan a estas mujeres cuya función fue criar a los hijos y trabajar en la casa.

En una de estas casas “flamencas”, nació José Valencia, nuevo Caracol de Oro que recibirá el sábado 19 de julio en la Plaza del Martillo.

José Valencia dio sus primeros pasos cantaores de la mano de su tío, Luis de Lebrija. Es un ejemplo del modelo de transmisión de las casas cantaoras gitanas.

Siendo apenas un niño ya cantaba por soleá, además de sus “aceitunitas partías”, copla que le encantaba hacer por bulerías.

Tenía José solo 5 años cuando sube por primera vez al escenario, y lo hace junto a figuras como Camarón, Fernanda, Bernarda, Manuel de Paula, José Meneses o el Lebrijano, entre otros.

Ningún otro artista flamenco ha logrado hacerse con tres Giraldillos, que son los galardones más importantes que se conceden hoy en el mundo de lo jondo.

Cree que Lebrija es cuna de cante y con sus investigaciones sobre el flamenco, quiere poner en valor la localidad porque “se merece mucho más de lo que está reconocida”.

Recuerda los primeros años de la caseta de Feria, su tía María, la hermana de su abuela bailando, y su tío Manuel cantando, él tendría como 6-7 años, y ya estaba metido en todos los fregaos. Ahí es donde empezó realmente a estudiar, de forma inconsciente.

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Y para remarcar la importancia de las mujeres en Lebrija, en concreto en el ámbito flamenco, en la mesa del programa se ha sentado otra cantaora, Eva Ruiz “La Lebri”. Actúa en La Caracolá con un espectáculo el 12 de julio llamado ¡Canta!, junto al guitarrista José Almarcha y Nasrine Rahmani a la percusión.

Eva Ruiz se ha arrancado con estas bulerías cuya dos primera estrofas son de Pedro Peña y la última con letra de García Lorca:

Este recital es un repaso por algunos cantes tradicionales, con la intención fundamental de llegar a quien la escuche, y le sirva como a ella para alegrarse y de paso curar alguna herida, si la hubiere.

Primero en forma de afición y lenguaje natural, y más tarde con intención de profesionalizarse, pasa por la Fundación Cristina Heeren, en Sevilla, y comienza el contacto con los tablaos y compañías de baile.

Si quieres volver a escuchar el programa completo puedes hacerlo pinchando aquí.