Los médicos de cabecera alertan de un repunte de casos de covid, gripe y catarros de verano

Málaga

Las consultas de los centros de salud de Málaga han notado, en los últimos días, un aumento significativo de pacientes afectados por resfriados de verano, provocados por los bruscos cambios de temperatura. Además, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha confirmado que, en las últimas semanas, se está produciendo un repunte de casos de COVID y gripe; y, aunque no hay datos registrados, son muchos los malagueños que, estos días, acuden a las consultas de los centros de salud o a las farmacias para paliar sus efectos.

Congestión nasal, estornudos, tos, garganta seca y febrícula son los síntomas más comunes del típico resfriado de verano, pero no se tratan de casos alarmantes. La médico de familia y directora del Centro de Salud del Cónsul, Mariló Padial, insiste en que son cuadros víricos que autolimitan y que, aunque tienen un tratamiento sintomático "no van a más".

Los médicos aseguran que, en la mayoría de los casos, se trata de catarros comunes que normalmente cursan sin fiebre y se manifiestan con inflamación de las vías respiratorias superiores: nariz, garganta, senos nasales y oído. En cuanto a su duración, Padial explica que los catarros pueden variar en el número de días que tardan en curarse, pero que en general, los síntomas de los resfriados suelen durar entre tres o cuatro días, aunque algunas personas pueden recuperarse más rápido de sus efectos.

Ramón Ulzurrun y Salud Chacón, dos farmacéuticos que trabajan en Torremolinos, insisten en que existen remedios caseros como infusiones, hábitos u otros trucos para conseguir que los resfriados sean más llevaderos y aliviar los síntomas. "Nosotros normalmente recomendamos cosas naturales como 'Propolis', pastillas naturales para quitar el dolor de garganta o, si ya les duele mucho, que lo alteren con algún analgésico antiinflamatorio", explican.

No existe una cura concreta para el resfriado común y, según los expertos, hay que dejar que se pase solo. Ellos insisten en la importancia de llevar una vida saludable para prevenir bajadas de defensas que inviten a la entrada de esos virus en el organismo. "Dormir bien" y una "buena alimentación" son la clave de una buena prevención. Ulzurrun reitera que es necesario hacer cambios en la rutina encaminados a mejorar la calidad de vida de las personas.

El aire acondicionado, ¿amigo o enemigo?

El uso del aire acondicionado es imprescindible en estos meses, pero su mala utilización puede favorecer la aparición de catarros. "El aire frío no causa resfriados, el problema está en cómo usamos el aire acondicionado", aclara la doctora Padial y advierte de que las temperaturas muy bajas, los cambios bruscos de temperatura y el mantenimiento deficiente de los aparatos pueden provocar irritación, inflamación e infecciones en las vías respiratorias, afectando especialmente a personas con asma, niños, ancianos y quienes tienen patologías respiratorias crónicas.

El aire acondicionado reduce la humedad ambiental, lo que reseca la mucosa nasal y del tracto respiratorio superior, debilitando las defensas naturales y facilitando la entrada de virus como los rinovirus, responsables de hasta un 20% de los resfriados y procesos respiratorios en verano. Además, los filtros sucios pueden acumular gérmenes, bacterias como la Legionella y hongos que, al dispersarse en el aire, pueden causar desde rinitis y asma hasta neumonías o alveolitis alérgica extrínseca.

Para minimizar estos riesgos, los especialistas recomiendan mantener la temperatura del aire acondicionado entre 22 y 24 grados, evitar diferencias bruscas de más de 10-15 grados entre el interior y el exterior, ventilar regularmente los espacios y realizar un mantenimiento adecuado de los filtros para evitar la proliferación de microorganismos. También se aconseja no abusar del aire acondicionado y evitar exposiciones prolongadas a ambientes muy secos.

Recomendaciones finales

Los médicos de cabecera insisten en la importancia de extremar las precauciones durante el verano, evitando cambios bruscos de temperatura y manteniendo unos hábitos saludables para prevenir infecciones respiratorias. Ante la aparición de síntomas persistentes o complicaciones, se recomienda acudir al médico para un diagnóstico adecuado.