Atrapados en Segunda: El Almería no vende ni al Pichichi

Almería

La vuelta al trabajo en el Almería presenta una especie de: “Sin novedad en el frente” para el club y sus profesionales, que siendo los más caros de la historia no lo tienen fácil para salir. El nuevo propietario, tras fallar la opción del ascenso, mira el euro con lupa y ha pedido a sus hombres en la ciudad que: recuperen el dinero invertido en aquella temporada de locura cuando el Almería mantuvo la Primera y puso rumbo a Europa. Mohammed Al-Khereiji tiene claro lo que ha costado cada uno de sus futbolistas y ha pedido que se recupere el gasto realizado. Los dos años de fútbol que han dado al Almería no se descuentan y si se pagaba por Maximiano 8, 1 millones a la Lazio: toca venderlo por la misma cantidad. El Almería no vende ni al Pichichi de Segunda División.

El gran problema para Joâo Gonçalves llega con la pérdida de valor de los futbolistas que ha sido muy grande: porque estamos hablando de traspasos millonarios para Primera y ventas obligadas desde la Segunda División. El Sergio Arribas cotizado que llegó del Real Madrid ahora vale menos, como otros casos ‘sangrantes’ como el de Koné, que no ha ofrecido el rendimiento esperado y vender al precio que costó es una utopía. Los llamados traspasos millonarios no van a ser fáciles y van a llevar su tiempo. Sería más fácil si se atendiera el actual valor de mercado, pero los jefes mandan y la idea es apurar cada operación con el precio de coste como referencia.

Los grandes traspasos se harán a pérdidas

Ya pasó la temporada anterior cuando salía con destino a Rusia César Montes. Era una oportunidad de venta a pérdidas pero se hacía necesaria para poder inscribir a futbolistas. El club se veía obligado a ello, y a día de hoy la situación no es tan apurada, y conscientes en el club de que no van a pagar las cláusulas de rescisión, lo que toca es bajar precio y hacer operaciones que al menos no supongan perder mucho dinero, si se toma como referencia lo invertido.

Las cantidades que pide el Almería por sus mejores jugadores buscan recuperar una inversión de más de 50 millones, lastrada por un descenso y una alarmante pérdida de valor que se reparte entre el club y el jugador: contemplada por el mercado. Aquellos jugadores firmados a golpe de talonario ya no valen más de 50 millones y el Almería está en su derecho de tratar de recuperar lo invertido pero: los ha utilizado dos temporadas y no valen lo mismo.

El Almería no atiende al valor actual y mira el contrato

El mercado siempre tiene la razón y salvo ‘locuras’ por un futbolista determinado: ni se pagan cláusulas y el valor de mercado tiene su peso. El Almería está en su derecho a la hora de ponerle precio a sus mejores jugadores, pero la negociación se impone porque al interés del comprador hay que unir lo que le cuesta al club a nivel de ficha y nómina. El objetivo de hacer caja se impone tras dos temporadas donde el valor de la plantilla no se ha visto reflejada en los resultados.

El club está en su derecho de pedir una cantidad determinada pero deberá negociar y a medida que se acerque el cierre de mercado irá bajando el precio de unos futbolistas devaluados tras un descenso y un intento de ascenso fallido. Su calidad se mantiene, pero han perdido brillo y saben que competir otro año en Segunda irá en detrimento de su futuro deportivo y de su valor de mercado, que ya se ha visto muy resentido en las dos últimas temporadas.