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Rosa Pedrero, psicóloga de Sevilla II: "Vamos solas a las entrevistas con los presos, solo con boli y papel, algunos nos chillan y nos insultan"

Compañera de la psicóloga que sufrió la agresión en Sevilla II, ha descrito la situación en la que se encuentran las 5 profesionales que atienden a los 1.300 reclusos: "A veces nos cuidan los propios internos durante las consultas"

Rosa Pedrero, psicóloga de Sevilla II: "Vamos solas a las entrevistas con los presos, solo con boli y papel, algunos nos chillan y nos insultan"

Rosa Pedrero, psicóloga de Sevilla II (Morón de la Frontera), y compañera de la profesional que fue objeto de agresión sexual el pasado 8 de julio, ha descrito en Hoy por Hoy Sevilla la situación en la prisión:

En total son 5 psicólogas más un psicólogo en prácticas, lo que hace que a cada una de ellas le corresponda casi 270 reclusos· si se hace la división entre los 1.300 que alberga la penitenciaría, "una cifra completamente inabordable y que imposibilita un tratamiento adecuado", según un escrito de los funcionarios de la propia institución: "Debería haber 8 plazas para psicólogos, tal y como está estipulado", ha dicho Pedrero.

En el módulo donde se produjo la agresión había solo un guardia de seguridad para atender a los 120 presos que están allí. "Para colmo -sigue diciendo durante la entrevista- en el momento de la agresión, el funcionario del módulo estaba fuera haciendo labores q también le corresponden al puesto (desplazar internos a cursos de formación, a comunicaciones con familiares, llevar y recoger carros de comida...). Por eso en ese momento no estaba en el módulo cuando ocurrió la agresión".

Rosa estaba en el momento de la agresión: "Yo estaba en otro módulo cuando me enteré de lo que había pasado. Cuando la vi, tenía muchos dolores en el cuerpo y algo de sangre".

Su compañera está de baja "a nivel físico recuperándose de las magulladuras y en lo psicológico, intentado recuperarse, tiene muchos recursos y ayudas, afortunadamente".

Sigue contando Pedrero que fueron los internos de un curso de formación los que auxiliaron a su compañera: "Nosotras vamos solas a las entrevistas con los presos, en un despacho normal, no hay cámaras, ni aerosoles, ni botón del pánico..., solo boli y papel". Sigue contando que "normalizan situaciones que no son normales: me han chillado, insultado... ahora que ha pasado esto veo que me hubiera podido pasar a mi".

Y es que, a veces "son los propios internos los que nos echan una mano: señorita-así nos llaman-, me voy a quedar por aquí porque el que viene está un poco alterado", recuerda Rosa Pedrero. El problema es que "tomamos decisiones que les afectan directamente, como que no tengan un permiso, y que salgan o no dependen de lo que nosotros digamos"

Por este motivo -la agresión, falta de personal-, los sindicatos CSIF y ACAIP-UGT han convocado este martes una concentración a las puertas de todos los centros penitenciarios de la comunidad. Además, en Sevilla, y frente a la sede de la Delegación del Gobierno en Andalucía, también se llevará a cabo un acto en apoyo a la trabajadora agredida.

Los graves hechos ocurridos el pasado 8 de julio en el Centro Penitenciario de Sevilla II (Morón), cuando una psicóloga del centro fue agredida física y sexualmente durante una entrevista individual por un interno, con numerosos antecedentes por violencia y delitos sexuales, que permanecía, "inexplicablemente, en un módulo de ‘respeto’" y que contaba con 12 ingresos previos. Desde el centro ya se había solicitado en varias ocasiones y con carácter "urgente" el traslado del interno, debido a sus características especiales y antecedentes de comportamiento. Fue un grupo de reclusos la que protegió a la psicóloga de una agresión mayor.

El interno, mientras era entrevistado por la profesional en el despacho de equipo técnico, "se abalanzó sobre ella realizando tocamientos por todo el cuerpo", al tiempo que "forcejeaba, golpeándola para intentar que no solicitase auxilio ni pudiera salir del despacho".

La Asociación de Técnicos de Instituciones Penitenciarias ha escrito una carta pidiendo la revisión urgente de los protocolos de seguridad, especialmente en las intervenciones individuales:

• La dotación de personal suficiente y estable para reducir la sobrecarga de trabajo y los riesgos derivados.

• El reconocimiento del riesgo profesional inherente a la labor del equipo técnico, que no puede equipararse al del personal de oficinas, como actualmente se reconoce de forma incorrecta.

• La creación de auténticas unidades psiquiátricas dentro de los centros penitenciarios, con recursos humanos y materiales adecuados para la atención especializada de internos con patologías mentales graves.

Las organizaciones han señalado que no se trata de un incidente aislado, pues en los últimos años se han multiplicado las agresiones sexuales y físicas a trabajadoras y trabajadores penitenciarios, con una media de una agresión cada 16 horas, más de 1.000 en los últimos dos años.