"No nos negamos a pagar, simplemente queremos una vivienda digna”

Jerez de la Frontera

Joaquín y Laura junto a su hija de 21 años serán expulsados de su vivienda particular mañana a las 11 de la mañana. La familia ha tasado el precio de la casa, la cual tenían alquilada desde la crisis del 2008, al no poder afrontar el pago de la hipoteca. Han presentado un contrato de opción a compra con la tasación hecha por una de las inmobiliarias, de 20 mil euros. Pero la inmobiliaria Servihábitas y el banco Caixa no dan respuestas y siguen con su plan que para entidades como Jerez Por la Vivienda es el de la especulación sin límites. Joaquín entre lágrimas declara “Están callados como si nada, esperando a que llegue el desahucio”, la familia también ha propuesto seguir pagando el alquiler, pero no reciben respuestas y el desalojo sigue en pie.

Esta situación comenzó en la tan conocida crisis de la vivienda del 2008, cuando la familia con un sustento económico muy reducido no pudo hacer frente a la hipoteca, el banco le propuso un contrato de alquiler de la misma de 3 años y después una prorrogación de 2 años más, unos pagos que según ellos nunca se dejaron de pagar. En aquella época Joaquín y su familia tenían un escudo social al estar en una situación de vulnerabilidad económica, pero al conseguir Joaquín una nómina hace un año y medio, esta protección terminó, por lo que el banco podía proceder al desahucio. La inmobiliaria ha recibido las ofertas de la familia, pero no quieren pactar ninguna otra opción que no sea el desalojo. Joaquín declara también “No tenemos donde meternos”, ni él, ni su esposa ni su hija de 21 años, quien está actualmente estudiando.

Laura, su esposa, pide “Que no nos echen, queremos vivir en la vivienda que hemos vivido por 18 años, nos quieren en la calle por fuerza”. Actualmente, no se puede recurrir a una cautelar porque se ha cambiado la normativa y tiene que ser de mutuo acuerdo con la propietaria para frenar el desahucio. “Se van a beneficiar ambas partes, es lo más lógico” recalca Laura, la esposa de Joaquín, que no entiende por qué no aceptan el pago de la tasación y frenan el desalojo.

Por último y en una situación desesperada, Laura traslada que en aquel entonces no podían pagar la vivienda porque recibían solamente 400 euros y era pagar la hipoteca o comer. “A día de hoy, sabiendo a donde hemos llegado, hubiera preferido no comer y pagarla”. Mañana desde las 10 y media de la mañana está convocada una concentración en la Plaza Santo Tomás de Aquino para frenar el desahucio de la familia que se lleva a cabo a las 11, participarán varias asociaciones y se pide la máxima participación posible para apoyar el acceso a la vivienda de esta familia.