"Queremos quedarnos en nuestros pueblos, pero a veces es inviable” Marta Pastora Fernández vocal del Consejo de la Juventud
Más de 44.000 jóvenes viven en zonas rurales de Málaga, una generación con potencial transformador que se organiza para dar vida, voz y futuro a sus pueblos a través de iniciativas como Rurales en Red

“Queremos quedarnos en nuestros pueblos, pero a veces es inviable” Marta Pastora Fernández vocal del Consejo de la Juventud
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Málaga
En la provincia de Málaga, más de 44.000 jóvenes de entre 15 y 30 años residen en municipios rurales, es decir, en localidades con menos de 10.000 habitantes. Esta cifra supone aproximadamente el 16% de la población rural malagueña, un colectivo clave para frenar la despoblación y revitalizar el territorio. En este contexto nace y cobra fuerza Rurales en Red, una asociación formada por jóvenes andaluces que, desde sus pueblos, trabajan en red para impulsar proyectos, visibilizar sus realidades y reivindicar su presencia en las decisiones que afectan al medio rural.
Marta Pastora Fernández Bustamante, presidenta de la asociación Rurales en Red, ha sido recientemente nombrada vocal de Feminismo y Desarrollo Rural en la Comisión Permanente del Consejo de la Juventud de Andalucía, órgano dependiente de la Junta y ha pasado por el programa Hoy por Hoy Málaga para explicar en qué consiste esta asociación juvenil y qué hacen.
Con 28 años y un recorrido académico brillante, graduada en Geografía y Gestión del Territorio por la Universidad de Málaga, máster en Desarrollo Rural por la Universidad de Córdoba y doctoranda en Geografía Humana, Marta representa a toda una generación que lucha por quedarse en su tierra. Su tesis doctoral, centrada en las dinámicas demográficas de la Serranía de Ronda, es también un reflejo del problema de fondo: la despoblación rural juvenil.
"En algunos pueblos hay menos de 50 jóvenes. El riesgo de despoblación en Málaga es real", afirma con contundencia.
Rurales en Red: una red con rostro femenino
La asociación que lidera surgió entre 2020 y 2021, al calor de un proyecto con la consultora Taraceas y la Consejería de Juventud. Hoy, Rurales en Red cuenta con una comunidad formal de 40 personas y otra informal de más de 150, mayoritariamente mujeres. Desde entonces, no han parado de crecer.
Su objetivo: visibilizar y dar voz a la juventud rural andaluza en espacios donde antes no existía representación. Hoy tienen presencia en el Consejo de la Juventud de Andalucía, participan en grupos de desarrollo rural y, además, han logrado representación en foros europeos.
“Somos una red de apoyo mutuo. Si alguien necesita una casa para una oposición en un pueblo de Huelva, otra compañera se la busca. Nos ayudamos entre nosotras”, explica Marta.
Como vocal de Feminismo, Marta insiste en el papel central de las mujeres en el tejido rural. “Son las que sostienen el territorio: organizan fiestas, actividades, cuidan a mayores... Son las que fijan población”, señala. Destaca iniciativas recientes como las impulsadas por la Diputación de Málaga que buscan capacitar a mujeres en cuidados para fomentar su arraigo.
Entre oportunidades y desafíos
Aunque el entorno rural ofrece ventajas como vivienda más asequible, el panorama es desigual: la falta de empleo especializado, la movilidad y la brecha digital siguen siendo obstáculos importantes.
“Si no tienes coche con 18 años, estás aislado”, afirma. Y aunque la cobertura 5G ha llegado, Marta recuerda que en su pueblo estuvieron tres días sin internet durante el confinamiento por la rotura de un solo cable.
El problema no es la formación —“somos jóvenes muy preparados”, dice— sino que los empleos para los que se han formado muchas veces no existen en sus municipios. Marta, por ejemplo, trabaja en Málaga capital, pero vive en Casa Bermeja. “Tengo suerte. Estoy a solo 20 minutos. Pero no todos pueden permitirse eso”.
Otro de los focos de la asociación ha sido la salud mental juvenil en el ámbito rural. Rurales en Red acaba de desarrollar un proyecto piloto en la comarca jiennense de la Sierra Sur, donde han detectado una preocupante falta de atención al bienestar psicológico. “Sigue siendo un tabú, y más aún en los pueblos”, lamenta Marta. “Pero entre nosotros nos cuidamos, nos escuchamos, hablamos del tema... eso ya es un primer paso”. Ya puedes escuchar la entrevista.




