Toxicología desmonta el plan de Fertiberia para las balsas de fosfoyesos: “No evita la contaminación ni garantiza la restauración ambiental”

Huelva

El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses ha emitido un contundente dictamen en el que rechaza el proyecto de clausura de las balsas de fosfoyesos de Huelva, promovido por Fertiberia. Según el informe, la actuación es “insuficiente e ineficaz para la protección ambiental exigible” y no evita la liberación continua de sustancias contaminantes desde los apilamientos al entorno natural.

El dictamen, elaborado por el Servicio de Valoración Toxicológica y Medio Ambiente del Instituto a petición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, analiza 23 informes técnicos y científicos, incluyendo las autorizaciones ambientales otorgadas a la empresa, y concluye que las medidas preventivas y correctoras recogidas en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) aprobada el 23 de septiembre de 2020 resultan claramente insuficientes.

A la luz de este informe, el Ministerio Fiscal ha solicitado la modificación de la DIA, planteando a la Sala del Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional un incidente de ejecución de sentencia, incluyendo medidas como la retirada parcial de residuos en la zona 2 para reducir el peso acumulado e intentar frenar el hundimiento progresivo de los depósitos.

El dictamen da por válidas, por primera vez en un procedimiento jurídico reglado, las conclusiones del comité de expertos de la Universidad de Huelva, que ya había advertido del colapso estructural de algunos depósitos. Además, respalda estudios elaborados por la Universidad de Murcia, Sevilla y de consultoras que han trabajado para Fertiberia, como EPTISA.

Contaminación grave y persistente

Toxicología advierte de múltiples impactos ambientales en las marismas de Mendaña, incluyendo 60 puntos de fuga localizados en el perímetro de las balsas, vertidos desde canales mareales y el canal perimetral, así como filtraciones detectadas en piezómetros aún abiertos.

Estos vertidos afectan gravemente la calidad de las aguas superficiales del Estero del Rincón y del río Tinto, así como la masa de agua subterránea Niebla, que abastece a varias localidades del Condado y está conectada con el acuífero de Doñana.

El informe destaca concentraciones alarmantes de metales y contaminantes: hasta 23.200 µg/L de arsénico, 8.900 µg/L de cadmio, 5.890 µg/L de cobre o 21.600 mg/L de ortofosfatos, entre otros. Todos estos valores superan entre 100 y 1.000 veces los límites establecidos en normativas europeas y españolas para aguas subterráneas y superficiales.

Además, se han detectado niveles significativos de radioactividad beta, así como concentraciones de antimonio y arsénico en aguas del Estero del Rincón. El fenómeno de eutrofización derivado del exceso de nutrientes agrava aún más el deterioro ecológico de las marismas.

Riesgos para la biodiversidad y la salud

La contaminación detectada daña también la fauna y la flora del entorno, impidiendo que los hábitats alcancen un estado de conservación favorable. Los metales pesados se acumulan en organismos vivos y se incorporan a la cadena trófica, con el consiguiente riesgo para la salud humana si se consumen especies no controladas.

Además, los depósitos pueden emitir partículas en suspensión y aerosoles en determinadas condiciones meteorológicas, afectando a la calidad del aire.

El dictamen concluye que el proyecto de Fertiberia no contempla una verdadera descontaminación de la zona, ni garantiza la eliminación de los efectos adversos sobre especies, aguas, suelos o atmósfera. Tampoco permite la recuperación de los valores naturales ni cumple los objetivos de restauración exigibles en un espacio con figuras de protección ambiental como las Marismas del Odiel, el Estuario del Tinto o las Marismas del río Tinto.

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Falta de garantías en la solución propuesta

El Instituto advierte de que la viabilidad de valorizar los residuos debe evaluarse caso por caso, con una caracterización detallada en extensión y profundidad. No todo el material podría ser revalorizado y parte de él debería trasladarse a vertederos controlados. En especial, subraya la necesidad de liberar peso en la zona 2, que sufre un hundimiento progresivo que incrementa el contacto mareal con los residuos.

El dictamen, fechado el 4 de diciembre de 2024, busca unificar criterios científicos en el ámbito jurídico y aportar evidencia analítica rigurosa para la toma de decisiones en materia medioambiental y de salud pública.

Las balsas: una amenaza persistente

Los fosfoyesos se han ido acumulando durante décadas en una extensión de 1.200 hectáreas sobre las marismas del río Tinto, a menos de 300 metros del núcleo urbano de Huelva. Los residuos están depositados directamente sobre suelo natural sin aislamiento, con salidas de aguas ácidas que descargan en el entorno estuarino.

Las balsas contienen unos 100 millones de toneladas de residuos, entre los que se incluyen materiales radiactivos (como Cesio-137), residuos de pirita, polvos industriales y fosfoyesos negros. La restauración solo ha alcanzado parcialmente a las zonas 1 y 4, mientras que las zonas 2 y 3 permanecen sin cubrir, expuestas a la intemperie.

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Respuesta de Fertiberia

Toda la documentación en la que se basa el informe ya ha sido analizada por los organismos que autorizaron la ejecución del Proyecto.

Fertiberia considera que no se ha producido ninguna variación en las circunstancias existentes en el momento en que se inició la ejecución del Proyecto Restore 20/30, hace ya más de un año. En este contexto, el proyecto continúa desarrollándose con pleno respeto a las resoluciones administrativas y judiciales que, tras un exhaustivo proceso de análisis y supervisión durante más de 15 años, autorizaron su puesta en marcha.

Asimismo, la empresa recuerda que la solidez técnica del proyecto fue determinante para la desestimación del incidente de ejecución de sentencia promovido por la Mesa de la Ría, en el que ya se solicitaba, entre otras cuestiones, la modificación de la Declaración Ambiental Integrada.

El proyecto está sometido a rigurosas medidas de vigilancia y control, así como a una supervisión constante por parte de las autoridades competentes. En este marco, y con todas las garantías técnicas, Fertiberia continúa ejecutando el proyecto con total normalidad y en estricto cumplimiento del marco legal y ambiental vigente, conforme a la planificación establecida.