'Caninos al Dakar', la aventura automovilística y solidaria de dos dentistas sevillanos

'Caninos al Dakar' está formado por dos dentistas sevillanos cuya trayectoria profesional ha sido, al igual que este desafío, un auténtico reto de superación. Ellos son Raúl Pascual Campanario y Marco Antonio Cabrera Márquez quienes este viernes han visitado los estudios de Radio Sevilla.

Ambos forman un equipo apasionado por la aventura y el automovilismo clásico que se ha fijado un ambicioso objetivo: participar en el Dakar Classic 2026, la prueba de resistencia más legendaria del mundo. Esta modalidad se realiza sólo con vehículos clásicos, con más de 25 años de antigüedad. En este caso, los dos pilotos van en un Land Cruiser.

Ninguno de ellos proviene de una tradición familiar médica ni odontológica, pero con esfuerzo y dedicación han logrado convertirse en referentes en su profesión. Esta filosofía de lucha y autosuperación es la que les impulsa ahora a enfrentarse a la dureza del Dakar, una prueba que encarna precisamente esos valores de resistencia y determinación.

Su afición comenzó en un Seat Panda corriendo los rallies 'Panda Raid' y 'Desert Trophy Panda Edition' en el desierto. Entonces tuvieron que aprender a cambiar las piezas de los coches porque iban sin mecánicos.

Antes del Dakar Classic, tienen competiciones previas como el Rally Classic África en septiembre de este año. En esta prueba, que reúne a algunos de los pilotos más experimentados del mundo, tienen la oportunidad de competir y aprender junto a auténticos profesionales del.

Además, colaboran activamente con la asociación Pulseras Rosas, una entidad comprometida con el acompañamiento de personas afectadas por el cáncer de mama: asisten a mujeres con escasos recursos. Proporcionan ayuda psicológica tanto a pacientes como a sus familiares y recogen el cabello donado para crear pelucas para quienes las necesitan.

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Otra labor solidaria la realizan con apoyo de patrocinadores, como es llevar material escolar y de ayuda a escuelas y poblados en la zona de Merzouga, Marruecos: desde cepillos y pasta de dientes hasta una impresora, balones de playa o gorras para protegerse del sol.