Adiós a la cafetería de Parcemasa: "Ya vas a trabajar sin ganas sabiendo que mañana es tu último día"

Málaga

La cafetería de Parcemasa, el Parque Cementerio de Málaga, lleva más de 40 años sirviendo algo más que meros cafés a sus visitantes. A escasos dos días del cierre de este espacio, los trabajadores se han manifestado a las puertas del Ayuntamiento para exigir al alcalde, Francisco de la Torre, que se mantenga vivo este servicio público que da empleo a 16 personas y apoyo emocional a todo aquel que vela en esta necrópolis a sus difuntos.

Después de varios intentos de compra, será este jueves 31 de julio cuando la emblemática cafetería del camposanto de la ciudad cierre sus puertas. Aún se desconoce el futuro apeadero de los 16 trabajadores que tendrán que buscar un nuevo empleo tras años formando parte de la plantilla de Parcemasa. Sus servicios serán sustituidos por máquinas de 'vending' y su descontento solo crece en vísperas del cierre. "Hace 10 días que tenemos las cartas de despido en los correos y estamos allí dando el callo hasta última hora, porque ya vas a trabajar sin ganas y sin ilusión sabiendo que mañana es tu último día", lamenta la situación Andrés Sánchez, representante legal de los trabajadores del cementerio.

Sánchez, quien además lleva 32 años empleado, insiste en que su labor social va mucho más allá del servicio de cafetería. La atención humana y personalizada nunca podrán ofrecerla los stands de 'vending'. "Nosotros damos menús caseros y tenemos platos combinados. No es lo mismo un bollo calentito recién hecho de una panadería y un café en condiciones. Las máquinas venden leche en polvo y agua de garrafa", reivindica.

Pese a al interés de una empresa, que ha enviado un escrito a Parcemasa y al alcalde comprometiéndose a asumir la deuda de 800.000 euros y la plantilla de 16 trabajadores del establecimiento en concurso de acreedores, no se ha llegado a ningún acuerdo que permita rescatar a los empleados.

Más allá del servicio de restauración, los trabajadores de Parcemasa ofrecen apoyo emocional en los momentos difíciles. "Pretendemos darle calor y darle un poquito de confianza y de ánimo a las familias que vienen deterioradas, que vienen con el problema del dolor del difunto que están velando", afirma Miguel Ángel Sánchez Doblas, diácono permanente de la Iglesia de Málaga que ha acompañado a los trabajadores a la protesta.

A fecha de hoy, y ante la negativa del consitorio malagueño de atender las peticiones de la plantilla, la emblemática cafetería del cementerio de Málaga echará el cierre el jueves 31 de julio.