Medio centenar de sanitarios del Hospital Regional de Málaga bajo análisis tras el caso de un paciente con tuberculosis

Málaga

El Hospital Regional Universitario de Málaga ha activado los protocolos establecidos ante la detección del caso de un paciente con tuberculosis y que ha mantenido contacto estrecho que algunos de los sanitarios y profesionales del centro.

Fuentes del hospital han indicado a la SER que, en este marco, y siguiendo las directrices estrictas establecidas por el servicio de Medicina Preventiva y el Servicio de Salud Laboral del hospital, se está valorando a 45 profesionales de las unidades de Cuidados Intensivos y Hemodinámica identificados como contactos estrechos.

"El hospital continuará aplicando en todo momento los protocolos oportunos y adoptando las medidas que indiquen los equipos responsables si se detecta cualquier indicio que aconseje ampliar las actuaciones realizadas", han indicado desde la gerencia del Regional. Tal como avanza este martes Málaga Hoy, el paciente estuvo ingresado a finales de julio durante una semana en el hospital con tuberculosis.

Traslado a Sevilla

El pasado 29 de julio, el enfermo fue trasladado desde el Hospital Regional de Málaga al Virgen del Rocío de Sevilla conectado a una máquina ECMO, que sustituye temporalmente las funciones del corazón y los pulmones, con el objetivo de someterse a un trasplante cardíaco. Sin embargo, en el centro sevillano se le detectó tuberculosis, lo que impidió llevar a cabo la intervención. Finalmente, el paciente falleció.

¿Qué se la tuberculosis?

La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada principalmente por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Se transmite de persona a persona a través del aire, cuando una persona infectada tose, estornuda o incluso habla, liberando diminutas gotas que pueden ser inhaladas por otros. Aunque puede afectar diversos órganos, la tuberculosis se presenta con mayor frecuencia en los pulmones, provocando síntomas como tos persistente, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso. A pesar de ser prevenible y curable, sigue siendo uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial.

Históricamente, la tuberculosis ha sido una de las enfermedades más mortales de la humanidad, conocida durante siglos como “la tisis” o “el mal del siglo XIX”. Gracias al descubrimiento de antibióticos específicos a mediados del siglo XX, la mortalidad disminuyó de manera significativa, pero factores como la pobreza, el hacinamiento, la desnutrición y la coinfección con el VIH han favorecido su persistencia. En la actualidad, preocupa el aumento de cepas resistentes a los medicamentos, lo que dificulta el tratamiento y exige un abordaje más complejo.

Actuaciones contra la enfermedad

La lucha contra la tuberculosis requiere una combinación de estrategias: diagnóstico temprano, tratamiento completo y supervisado, campañas de vacunación y mejoras en las condiciones de vida. La vacuna BCG, aplicada a recién nacidos en muchos países, reduce el riesgo de formas graves en la infancia, aunque no siempre previene la infección pulmonar en adultos. Organismos internacionales como la OMS impulsan planes para reducir drásticamente los casos en las próximas décadas, pero el reto sigue siendo mayúsculo: se estima que cada año millones de personas contraen la enfermedad, y alrededor de un tercio de la población mundial tiene infección latente, sin síntomas, pero con riesgo de desarrollarla en el futuro.