Del taller al aula digital: el viaje de medio siglo del IES La Campiña
La segunda parte de la historia del centro


Arahal
Rafael Martín Martín, cronista oficial de la Ciudad - COMENTARIO Nº 76.

Rafael Martín. - COMENTARIO Nº 76.
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Hoy continuamos con la segunda parte (lee aquí la primera parte) del comentario sobre el Instituto de Formación Profesional “La Campiña” de Arahal, actualmente Instituto de Educación Secundaria “ La Campiña”
Como mencionamos en el programa anterior, tras la inauguración del nuevo IES el 2 de noviembre de 1993, y a pesar de la publicación de la nueva Ley Orgánica de Ordenación del Sistema Educativo (LOGSE), este centro siguió ofreciendo los estudios derivados de la Ley de 1970. Continuó con la Formación Profesional de 1º y 2º grado, impartiendo especialidades como Administración y Gestión, Electricidad y Mecánica, y Electricidad del Automóvil, manteniendo la misma dinámica que en el centro anterior.
No obstante, el número de alumnos se redujo, ya que durante este período empezaron a funcionar otros centros de formación profesional en la comarca, como el nuevo “Fuente Nueva” de Morón de la Frontera y el “Castillo de Luna” de Puebla de Cazalla, además de ampliarse la oferta de ciclos en la zona. Aun así, los alumnos que ya habían iniciado sus estudios en La Campiña los completaron hasta finalizar.


La implantación de la LOGSE fue un proceso largo y gradual, que se extendió durante toda la última década del siglo XX. Esta ley afectó tanto a primaria como a secundaria, ampliando la educación obligatoria y gratuita hasta los 16 años, y transformando profundamente el sistema educativo español.
Entre 1994 y 1996, la LOGSE se fue aplicando progresivamente en todos los centros, y en La Campiña, que pasó a llamarse Instituto de Enseñanza Secundaria, supuso una reestructuración curricular y organizativa importante. Se crearon nuevos ciclos educativos y se adaptaron las infraestructuras a las nuevas necesidades.
Durante ese período se empezó a impartir la ESO: en el curso 1995-96 el 3º curso, y al año siguiente en 4º, para los alumnos que procedían del tercer ciclo de Educación General Básica. Así comenzó un nuevo período de consolidación y adaptación, que se prolongó desde 1996 hasta el año 2000.
Una vez finalizado el 4º de ESO , en el curso 1997-98 se inició por primera vez en el IES La Campiña la nueva enseñanza de Bachillerato, impartiéndose el Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales y el Bachillerato Tecnológico, por el que se podía cursar igualmente la otra modadalidad, que era la de Ciencias de la Salud, así como la iniciación de la Educación Secundaria Obligatoria desde 1º curso, adscribiéndose a este IES el alumnado de Primaria del Rodríguez Aniceto y el 50% del alumnado de San Roque.
En el curso 1999-2000 el alumnado de Bachillerato accede por primera vez a la prueba de acceso a la Universidad, celebrándose en el IES “ Fray Bartolomé de las Casas” de Morón, con un enorme éxito en los resultados obtenidos.


Paralelamente a estas nuevas enseñanzas, durante este período continuó la Formación Profesional de primer grado coexistiendo con el nuevo sistema hasta su completa desaparición a principios de este siglo y se fueron implantando los ciclos formativos de grado medio y de grado superior, derivado de la aplicación de la nueva Ley.
El IES “ La Campiña” desde sus inicios en este nuevo edificio y ya con la nueva Ley tuvo una oferta educativa amplia, la ESO, El Bachillerato de HH y CCSS y el Tecnológico, con posibilidad de cursar también el de Ciencias de la Naturaleza y la Salud y los ciclos formativos de Formación Profesional de Administración y Gestión, Electricidad y Mecánica y Electricidad del Automóvil .
Acogiéndose a la nuevas ofertas de familias profesionales y haciendo gala siempre de su emprendimiento para ofrecer nuevas posibilidades de estudios a la ciudadanía, en el año 2001 comenzó a funcionar el nuevo ciclo formativo superior de informática de administración de sistemas informáticos , trasladándose al IES “ Al Andalus” el ciclo formativo de administración y gestión, alterándose así la nueva oferta formativa del IES que tuvo, a los pocos años de su inauguración, ampliar las aulas y uno de los talleres, porque no se disponía de espacio suficiente.
En nuevo ciclo formativo superior de informática tuvo una gran acogida. Sólo en solicitudes de inscripción, su número, en el primer año, llegó a alcanzar más de ciento veinticinco para un total de treinta plazas ofertadas.
Junto a ello, la dinámica de funcionamiento del IES en este último decenio del pasado siglo fue muy positiva, adelantándose incluso a lo que ya hoy es habitual, como son los programas de intercambio con otros países, ya este IES organizó varios intercambios, uno de ellos con el alumnado de la ESO a un centro educativo de la ciudad de Darlington, en el norte de Inglaterra y también sendos intercambios con centros franceses en la ciudad de París y de Lyon, entre otras, con alumnado de esta etapa educativa.


Igualmente fue muy exitosa la acogida al alumnado que por primera vez cursaba Bachillerato en este Instituto. En el primer año, se tuvo que ampliar el número de grupos del Bachillerato de HH y CCSS dadas las cerca de 50 solicitudes de plazas que se recibieron tanto de nuestra localidad como de la vecina localidad de Paradas, así como el de Tecnología, al conseguirse autorización para cursar materias de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud de carácter obligatorio que completaba así la triple oferta educativa de Bachillerato LOGSE de esta etapa. También el número de solicitudes para este fue amplio, en torno a las 35 solicitudes, número máximo del grupo.
La Formación Profesional igualmente, con la amplia modificación de la misma y la inclusión de la FCT con carácter modular, se dio un importante impulso a las prácticas en las empresas, contando este Centro con un importante número de empresas, no sólo de la localidad, sino de toda la comarca.
Durante el primer decenio del presente siglo, el IES “ La Campiña” continuó su caminar, potenciando los estudios que se impartían en el citado centro e insistiendo en la consolidación de los ciclos formativos, como ocurrió en el caso de la familia profesional de Transporte y Mantenimiento de vehículos, completando el grado medio de la citada familia, con la implantación del ciclo formativo de técnico en carrocería, antes llamado ciclo formativo de chapa y pintura, que tuvo una gran acogida entre el alumnado, y el de grado medio de técnico en sistemas microinformáticos y redes, así como la puesta en funcionamiento de los programas de garantía social y el de iniciación profesional que lo sustituyó, destinado a aquel alumnado que no alcanzaran los objetivos de la ESO, con el fin de proporcionarles una formación básica y profesional que les permita incorporarse a la vida activa o proseguir sus estudios, sustituido a su vez por el actual título profesional básico en Mantenimiento de vehículos.
Supo adaptarse , sin perder nunca su esencia, a las necesidades de cada época y a las normas derivadas de las distintas leyes educativas publicadas en estos últimos decenios, continuando su trayectoria mantenida desde hace cincuenta y cinco años.


Hoy, su oferta educativa es un reflejo de ese compromiso con el presente y con el futuro: la Educación Secundaria Obligatoria, un Bachillerato que abre caminos hacia la universidad y el conocimiento, y una amplia red de Ciclos Formativos de Formación Básica, Grado Medio y Superior que conectan directamente con la realidad del mundo laboral, completado en estos últimos años con el ciclo de grado superior de automoción, el de mecatrónica industrial desde el curso 2022 y con el curso de especialización de fabricación inteligente, considerado como un Máster de F.P. y que se inicia en este curso escolar 2025-26. Aquí, teoría y práctica se dan la mano, y los talleres y aulas especializadas laten al ritmo de un aprendizaje vivo y útil.
Pero el IES La Campiña no es solo un lugar donde se aprenden materias. Es un punto de encuentro entre personas y sueños. Es el esfuerzo diario de un profesorado que acompaña, motiva y reta; del personal que sostiene el día a día con discreta eficacia; de familias que confían; y de un alumnado que se atreve a mirar más allá, a creer en sí mismo y a proyectarse hacia un mañana que empieza aquí.


La relación con la comunidad que lo rodea es profunda. Empresas, instituciones y asociaciones caminan junto al centro, aportando experiencia, oportunidades y apoyo. Porque el IES La Campiña no trabaja solo para sus estudiantes, sino para toda la comarca, devolviendo en forma de talento, formación y compromiso lo que recibe de su entorno.
Cincuenta y cinco años después de su nacimiento, este instituto sigue siendo un lugar donde se plantan semillas que, con el tiempo, se convierten en historias de superación, de logros y de vida. Un lugar donde se aprende que el conocimiento abre puertas, que el esfuerzo da frutos y que cada persona tiene dentro un potencial inmenso.
Y así, mientras el tiempo avanza, el IES La Campiña continúa escribiendo su historia con tinta de esfuerzo, dedicación y esperanza. Porque más allá de títulos y calificaciones, lo que queda en quienes han pasado por aquí es algo que no se mide con notas: el orgullo de haber formado parte de una familia que, desde hace 55 años, cree en la educación como la mejor herramienta para cambiar el mundo.

Sonia Camacho
Sonia Camacho es directora de Bética de Comunicación y fundadora de Estudio 530. Comunicadora andaluza...




