La ola de calor no altera, de momento, las previsiones de cosecha de la SCA San Agustín de Linares
El presidente, Rafael Guzmán, afirma que el olivar, especialmente el de regadío, resiste a las altas temperaturas y la campaña podría igualar la de 2024 siempre que no falten las lluvias de otoño
Olivar en Linares / Rafael Guzmán
Linares
La intensa ola de calor que está dejando notar sus efectos desde el inicio del mes de agosto, no altera de momento las previsiones que maneja la Sociedad Cooperativa San Agustín con miras a la próxima cosecha de aceituna en Linares. No obstante, su presidente, Rafael Guzmán, ha señalado en Hoy por Hoy Linares que las altas temperaturas si están evidenciando diferencias en función de la modalidad de cultivo. “El olivar de riego afronta mejor esta situación gracias a la dotación máxima de agua obtenida por las lluvias de primavera”, frente a los olivares de secano asentados en terrenos más pobres “son los que más están sufriendo”, indicaba.
Rafael Guzmán, presidente de la SCA San Agustín de Linares, valora el impacto de la ola de calor en el olivar linarense y en las previsiones para la próxima cosecha
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Las estimaciones actuales apuntan a una cosecha similar a la del año pasado: más de cinco millones de kilos de aceituna, equivalentes a un millón de kilos de aceite. No obstante, Guzmán ha indicado que se trata de cifras provisionales y “tomadas con mucha cautela”, ya que la meteorología de las próximas semanas será determinante.
Según ha explicado, tras el endurecimiento del hueso a principios de julio, el olivo entra en parada vegetativa, un mecanismo natural que le permite afrontar el calor intenso cerrando sus hojas y reduciendo su actividad. Por ello, “la clave estará en septiembre, cuando empiece la formación del aceite. Si no llueve a finales de ese mes o principios de octubre, el rendimiento graso puede caer y afectar al volumen final”, ha dicho.
