Condenado a cinco años de cárcel un hombre en Jaén por abusar de su sobrina de 11 años

Jaén

La Audiencia de Jaén ha condenado a cinco años de cárcel a un hombre de 42 años por abusar sexualmente de su sobrina en 2017, cuando la niña tenía 11 años. Además, de la pena de prisión que avanza Europa Press se le imponen cinco años de libertad vigilada, otros diez años de inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio directo con menores y la prohibición de acercarse y comunicarse con la sobrina durante diez años a partir del cumplimiento de la pena de prisión, además de una indemnización a la víctima de 15.000 euros. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

El tribunal contempla como hechos probados que el acusado aprovechaba que se quedaba a solas en el domicilio en el que vivía con su hermana y su sobrina para someter a ésta última a tocamientos y prácticas de índole sexual que en 2017 la menor contó a su madre, por lo que abandonaron la vivienda.

Después, no fue hasta marzo de 2021 cuando la menor lo contó en el instituto a una profesora activándose el protocolo de abusos y poniendo los hechos en conocimiento de la Fiscalía. Finalmente, el 13 de abril del mismo año, la menor junto a su madre interpusieron una denuncia ante la Policía Nacional.

El acusado, en su declaración, rechazó la acusación y mantuvo que "jamás" había tocado a su sobrina. Por su parte, la víctima relató que al principio la relación con su tío era buena hasta que "el cariño empezó a cambiar". De esta forma, la joven, que ejerce la acusación particular, contó tres episodios de tocamientos y prácticas de tipo sexual a las que fue sometida por su propio tío.

Añade Europa Press que después de tres años de tratamiento psicológico, la joven pudo declarar ante el tribunal y relatar cómo al principio, con los primeros tocamientos, ella pensaba que "era normal" hasta que empezó a sentirse "mal" porque no entendía lo que le estaba pasando.

"Nos encontramos con un relato fluido, coherente y creíble a juicio de esta Sala, no apreciándose ningún titubeo o contradicción en la exposición del mismo", dice la sentencia, y añade que "la menor relata de forma contundente cómo el acusado comenzó a realizarle tocamientos superficiales y poco a poco fue a más, y lo que ella entendía inicialmente como muestras de cariño, posteriormente comenzó a sentirse incómoda".

Las psicólogas de Márgenes y Vínculos que exploraron a la menor en su momento determinaron que el testimonio de la joven goza de la máxima credibilidad en la escala establecida para estos casos y además, los síntomas que presentaba la joven eran compatibles con ser víctima de violencia sexual.