El Cádiz CF estrena su casillero con tres puntos ante el Mirandés
Los gaditanos logran vencer al cuadro rojillo con un solitario gol de Álvaro García Pascual

Álvaro García Pascual celebra con De la Rosa y Yussi Diarra su primer gol oficial con la camiseta del Cádiz CF. / ALVARO RIVERO

El Cádiz CF ha conseguido debutar con victoria en su estreno liguero ante el Mirandés. En un partido marcado por la expulsión de Córdoba a los 20 segundos de partido, un Suso imperial junto a un atrevido García Pascual activaron el ataque cadista en los primeros 45 minutos. El ariete malagueño —muy reivindicativo sobre el verde— puso el único tanto del partido en el minuto 20 ante un cuadro rojillo que lo dio todo con una plantilla más que corta.
Era el día del debut oficial. El hijo pródigo, Suso Fernández, regresaba a su casa con su Cádiz CF para comandar una nueva temporada del cuadro gaditano en Segunda División. A pesar de ya estar en el once en el Trofeo Carranza, la hora de la verdad llegaba en un día marcado por la ola de calor que traía unas temperaturas casi infernales para la práctica del fútbol. Repitiendo el mismo esquema y jugadores que frente al Córdoba, Garitano tenía un buen poderío ofensivo, pero la parte de atrás dejaba dudas que el verde tenía que despejar. Con la salida de Chust, Kovacevic tenía que hacer escudero de un Iker Recio que llevaba la vitola de tener que cambiar radicalmente las malas sensaciones vistas durante la pretemporada.
Todo iba a saltar por los aires a los 20 segundos. Suso, en un pase en profundidad para José Antonio de la Rosa, dejaba mano a mano al onubense ante Juanpa. Iker Córdoba, pecando de los restos de una dura pretemporada, mandó al suelo al extremo cadista. La tarjeta roja, contundente, cambió un partido que iba a bailar al son de Suso y Ontiveros. Aprovechando la superioridad, era Álvaro García Pascual el más activo en ataque.
Rematando cada centro, el palo no le permitió en el 7' hacer el primero. Buscándolo, el malagueño se llevó al bolsillo un centro exquisito de Iza Carcelén para hacer su primer tanto oficial como futbolista del Cádiz. En un monólogo amarillo, el Mirandés no olió la portería de un Víctor Aznar que veía como el encuentro iba al ritmo impuesto por los de Garitano. Con el miedo de no sentenciar el partido, los segundos 45 minutos iban a preocupar al espectador cadista desplazado al Nuevo Mirandilla.
No solo a estos, sino también a un técnico vasco que no paró de agitar los brazos en busca de activar a sus jugadores. Lo más peligroso de los amarillos, al contrario del asedio de la primera mitad, fue una llegada de Climent en el 70 para casi asistir a Roger Martí. Sin embargo, los problemas defensivos y el balón parado del Mirandés podían ser la única opción para el conjunto de Fran Justo. En el 68', una mala salida de Aznar tras una falta botada por el Mirandés iba a acabar con la pelota muerta en el área. Barea, rematándola, la mandó al fondo de la red en una jugada que anuló el colegiado. Sin discernir con calidad lo pitado —aunque una posible mano del jugador del Mirandés fue lo que vio el árbitro del encuentro— el golpe no finiquitado del conjunto visitante sirvió para activar a un cuadro cadista venido a menos.
Con la victoria bajo la manga, la recta final destacó por un Brian Ocampo activo pero no decidiendo del todo bien. Delante, la sensación constante de que en una el Mirandés podía llevarse un punto valioso de la ciudad gaditana. A pesar de ello, en dos partes totalmente diferentes, los pupilos de Garitano solventaron la papeleta y vieron como el colegiado decretaba el final para alivio de todos. Sumando de tres, el Cádiz CF comienza la 25-26 ganando y dejando sensaciones positivas pero mejorables durante este inicio de la Segunda División.

Beni Arroyo
Colaborador en SER Deportivos Cádiz y SERxCuatro. Corresponsal del Cádiz CF en diario AS. Vinculado...




