Pepito Saberes, mi estrella de la Cadena SER

Almería

Es el quinto de los Fernández Muñoz hijo de Pepe Saberes. Sobran las palabras. Vino al mundo hace 48 años para hacernos la vida más sencilla. Si se enfada disimula y nunca te libras de su abrazo de felicidad. No lo ha tenido fácil con la muerte de sus padres, pero fue el primero que daba un paso al frente y animaba a sus hermanos a seguir en la lucha. Muy trabajador, como todos los Saberes, se levanta muy temprano y en la puerta del Bar ‘El Cortijo’ coge el autobús para hacer las actividades cotidianas. Su madre, marcó su vida y a ella siempre le ayudó como ahora a sus hermanos. Cuando no tenía clase la llevaba del brazo al mercado de Los Ángeles desde su calle César en el Barrio de San Félix.

A la tita Elo le costaba llegar a casa cuando salía con Pepito, porque todo el barrio lo paraba y compartía su cariño. Cargaba con las bolsas y le ayudaba en las tareas del hogar. En una casa de 5 hermanos todos arrimaban el hombro y siendo el último en llegar era el primero en ayudar. La vida a su lado es fácil y sencilla. Vive con su hermana mayor (la prima Chelo) y fuera de casa: Antoñito, María Dolores y Elo como los llamaba su padre. Un almeriense y una sevillana del Pedroso dieron vida a cinco niños que se han multiplicado y Pepito los lleva a todos en su corazón.

Incondicional de la música: le gusta toda. El fútbol es su pasión y la radio con su Carrusel Deportivo que no le falte oyendo a su primo Tony Fernández al que le debe una visita en la redacción de LA VOZ y Cadena SER. Le puedes preguntar por un futbolista determinado que lo conoce. Cada temporada devora la guía Marca y se aprende las plantillas. El Almería forma parte de su vida y lo quiere y lo apoya siempre. No se pierde un partido por la televisión y con la tablet escribe de todo, como su primo Tony. Si le piden una película favorita te remite a Twitter y si la echan repetida en otra cadena no lo duda: la vuelve a ver.

Una vida ordenada de estudio y trabajo

Los Saberes madrugamos mucho y conocemos bien al Lucero del Alba. Pepito desde que empezó a ir al colegio siempre era el primero en tocar diana y esperaba en la cocina a que se levantaran sus padres. Los recibía con un beso y a desayunar todo el mundo. Su padre a Saveres y su madre a llenar las bocas de cinco hijos a los que daba educación: el alimento de la vida. La casa no tenía dormitorios para cinco niños pero se apañaban bien en un primero con vistas a la rambla. Nunca molestaba y su cama siempre hecha, la ropa ordenada, y echando un cable en todo.

Luego llegarían las actividades que para Pepito siempre ha sido su trabajo y a esperar al autobús en la puerta del Bar ‘El Cortijo’ y a echar la jornada en el taller ocupacional Javier Peña en el barrio del Quemadero. Allí desarrolla todas sus habilidades de buen compañero entregado a la tarea. Muy trabajador y aplicado siempre no suele faltar y es muy puntual.

Ayudando en casa te lo pone fácil

A su madre la ayudaba mucho no solo haciendo los mandados porque en casa siempre estaba pendiente de lo que necesitara y le hacía más llevadera su jornada. Con la radio puesta solo Pepito sabía lo que tocaba ese día, porque llevaba todas las cadenas y según el día o la hora te ponía Radiolé o los 40 Principales. Con la comida nunca ha sido delicado y ha tenido siempre buena boca y su tablet preparada para escribir cuando le llega la inspiración.

Su padre tenía una colección de botellas en miniatura de licores que iba aumentando en esos viajes de avión para hacer los cursillos en Madrid. Lo tiene todo guardado y sus tesoros del fútbol son esos libros donde viene todo sobre los jugadores, porque en los partidos sabe que hay mucho más que un gol y el resultado final. Reina con la televisión a la que sabe dar su tiempo y seleccionar una programación donde no faltan las series. ‘Aquí la Tierra’ nunca le falta cada día antes de la cena.

No puede salir a la calle: todos lo quieren

El don de gentes le viene de su padre y el cariño de su madre porque la tita Elo nos conocía a todos por nuestro nombre y viniendo de Sevilla parecía haber nacido en Gádor como su marido. José Fernández Muñoz no puede salir a la calle sin saludar a los que lo rodean y se siente correspondido. Lo conoce todo el mundo y le preguntan por el Almería y otros equipos de Primera. Lo he visto con una camiseta del Real Madrid y su padre no estará muy contento ya que era del Atlético de Madrid con fervor.

Cuando te ve llegar se lanza a abrazarte de corazón. Se nota cuando una persona te quiere y muchas veces cuando he ido al médico a la Bola Azul he intentado coincidir con él esperando al autobús para echar nuestros raticos. Pepito sigue su ritual diario y ha sabido superar la pérdida de unos padres maravillosos porque tiene unos hermanos a los que cuida y siempre tan atento con sus sobrinos porque le sobra cariño para todos.

El ritual del Carrusel Deportivo

Desde que Pepito Saberes se enteró que tenía un primo en la radio no ha dejado de seguirme. Sábados, domingos mañana y tarde o cuando toque. El Carrusel que no le falte y no pierde detalle de la publicidad y la narración de los partidos. Muchas veces mientras oye los partidos del Almería va apuntando detalles que para él son importantes. Si la tablet hablara… Se lo dice a la gente que su primo es Tony Fernández tan orgulloso cuando el orgullo es mío de tener un primo maravilloso.

El día que me vea hacer la radio en directo se perderá esa magia entre nosotros porque verá muchos botones y muchos papeles encima de una mesa de control mientras el primo Carlos Miralles le canta un gol del Almería y se vuelve loco haciendo los coros porque su pasión por los colores rojiblancos es inmensa y su equipo que no le falte. Pepito es mi oyente top.