El vertedero de Nerva encara su reforma más profunda con vistas al cierre de sus depósitos frente al rechazo de Ayuntamiento y ecologistas

Huelva

El vertedero de Nerva impulsa una profunda reforma de sus instalaciones y planifica el futuro sellado de los depósitos

La compañía ha reducido a casi una cuarta parte la capacidad de almacenamiento de residuos no peligrosos que planteaba en 2019, fijándola ahora en 527.000 metros cúbicos. También asegura que desiste de sus planes para levantar una planta de tecnosuelos en Nerva, pero recurre a un eufemismo e introduce esa misma iniciativa con el nombre nuevo de planta de tratamiento de suelos y biorremediación.

Diseño de Soluciones Medioambientales (DSM), empresa gestora del vertedero de residuos peligrosos y no peligrosos de Nerva, ha iniciado una transformación integral de sus instalaciones con el objetivo de adaptarlas a la normativa vigente y avanzar hacia un modelo de economía circular.

La Delegación Territorial de Medio Ambiente ha abierto un proceso de información pública, vigente hasta el 29 de septiembre, para que administraciones, entidades y particulares puedan presentar alegaciones a la solicitud de DSM, que persigue la modificación sustancial de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) del vertedero.

Entre las medidas propuestas se incluyen: la reconformación y clausura de los vasos de vertido de residuos no peligrosos; la instalación de plantas para la recuperación de suelos contaminados; el reciclaje de envases y chatarra contaminada; la segregación avanzada de residuos; la gestión y reutilización de aguas tratadas; y la actualización tecnológica de los sistemas de tratamiento.

El Ayuntamiento de Nerva está estudiando ahora la documentación pero ya avanza su rechazo al proyecto que afianza la vida de las instalaciones por muchos años. José Luis Lozano, alcalde.

El nuevo proyecto, elaborado en abril de 2025, sustituye los planes de 2019 y responde a exigencias legales y técnicas derivadas de un procedimiento sancionador abierto en marzo de 2023 —posteriormente derogado—. En este contexto, DSM presentó una propuesta ajustada al Real Decreto 646/2020, que regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero, para proceder al sellado y clausura de los vasos de almacenamiento.

La reforma mantiene la planta de producción de combustible sólido de sustitución, pero prescinde de la polémica planta de "tecnosuelos" o suelos artificiales, aunque recurre a un eufemismo e introduce esa misma iniciativa con el nombre nuevo de planta de tratamiento de suelos y biorremediación. Además, incorpora nuevas instalaciones: una planta de reciclaje y valorización de envases y chatarra contaminada. También se conservan unidades auxiliares ya previstas en 2019, como una planta fotovoltaica y una caldera de biomasa.

Para Ecologistas en Acción es un proyecto que maquilla el ya realizado en 2019 para seguir prolongando la vida útil de las instalaciones hasta 2041. Juan Romero, portavoz.

Ecologistas avanza que presentará alegaciones contra esta modificación.

En enero de este año, la Junta de Andalucía retiró la sanción de 1,68 millones de euros impuesta a DSM en 2023, tras acusarla de falsear datos de capacidad y de haber sobrepasado en 2,9 millones de toneladas el límite autorizado de residuos. Además, autorizó a la empresa a depositar 780.000 toneladas adicionales de residuos no peligrosos en los vasos II y III, con la condición de que presentara posteriormente un plan de sellado y clausura. El Gobierno andaluz precisó que ese almacenamiento extra tiene como único fin completar la conformación final de los vasos antes de su cierre definitivo.

La continuidad del vertedero mantiene la oposición social en la comarca. El pasado 10 de junio, colectivos como Ecologistas en Acción, Nerva, Salud y Dignidad y No al Vertedero convocaron una manifestación frente a los juzgados de Huelva, coincidiendo con la vista contenciosa presentada por DSM contra el Ayuntamiento de Nerva por la denegación de licencia urbanística para fases de ampliación. Durante la protesta, los colectivos denunciaron la persistencia del vertedero junto al casco urbano y exigieron su clausura inmediata.

El vertedero de DSM ocupa 60 hectáreas y cuenta con una plantilla de 40 trabajadores.