El cambio climático amenaza 33 playas andaluzas y la pérdida de dunas agrava su erosión
Un estudio de la Junta alerta de retrocesos de hasta 65 metros, mientras el catedrático Juan Antonio Morales destaca que la restauración de dunas es clave para frenar la desaparición de la arena en Málaga, Cádiz y Huelva
Entrevista a Juan Antonio Morales, catedrático de Estratigrafía en la Universidad de Huelva (30/08/2025)
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Sevilla
Las playas andaluzas han centrado el debate público durante gran parte de la semana tras la publicación de un informe de la Junta de Andalucía que alerta de que, en el escenario más desfavorable del cambio climático, hasta 33 playas podrían desaparecer antes de finalizar el siglo. Málaga y Cádiz se situarían entre las provincias más afectadas, mientras que la costa de Huelva, incluyendo espacios sensibles como Doñana, también se enfrenta a retrocesos de gran calado.
Juan Antonio Morales, catedrático de Estratigrafía en la Universidad de Huelva, explica que "el factor más determinante son las alteraciones de los ciclos climáticos a corto plazo", destacando que los temporales más frecuentes y prolongados provocan una mayor erosión al transportar arena desde la zona seca hacia áreas más profundas.
El experto advierte de que la industria turística se ve afectada directamente por estos cambios: "La industria turística quiere playas en buenas condiciones en Semana Santa, y los temporales están ocurriendo hasta después de Semana Santa, con lo cual ahora mismo establecer estrategias de regeneración de playas, por ejemplo antes de Semana Santa, se muestran bastante inútiles".
En cuanto a medidas de protección, Morales subraya que "la restauración de dunas es la estrategia más sostenible y eficaz", ya que actúan como almacén de arena y permiten la auto regeneración de las playas tras los temporales. Sin embargo, alerta de que la eliminación de dunas para construir paseos marítimos aumenta la vulnerabilidad: "El oleaje de grandes dimensiones, cuando no hay dunas, ataca directamente al paseo marítimo y elimina casi totalmente la playa seca".
Respecto a la intrusión de agua salada en marismas como Doñana, el catedrático aclara que "no veo los problemas de salinización tan relacionados con la subida del nivel del mar como con la sobreexplotación de los acuíferos".
Morales concluye destacando la capacidad de adaptación del ecosistema andaluz: "La respuesta ecológica a ese cambio no va a ser tan grave como se alerta".
