La Hermandad del Resucitado ha renunciado a su verbena tras la prohibición municipal de celebrarla en el casco histórico
Francisco Mora ha lamentado la decisión del Ayuntamiento, ha defendido el carácter “popular y vecinal” de la fiesta y ha advertido de que la medida afectará también a la obra social de la cofradía
La hermandad del Resucitado no instalará su verbena
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La Hermandad del Resucitado ha confirmado que este año no va a celebrar su tradicional verbena de septiembre en la plaza Conde de Priego, en Santa Marina, tras la decisión del Ayuntamiento de prohibir este tipo de eventos en todo el casco histórico por las quejas vecinales derivadas del ruido.
Su hermano mayor, Francisco Mora, ha asegurado en el programa Hoy por Hoy Córdoba que “no lo esperábamos” y que la hermandad “no comparte la decisión municipal”. Ha defendido que “las verbenas son populares, del barrio, y las organiza una institución que lleva cerca de 500 años en Santa Marina”. Según Mora, el problema no ha estado en los vecinos de la zona, sino en “gente ajena al barrio” cuyo comportamiento ha generado molestias.
Evitar el botellón
El responsable de la hermandad ha recalcado que “nosotros no nos sentimos responsables del botellón” y ha recordado que la organización “siempre ha intentado controlarlo porque no nos conviene que estén allí”. Ha insistido en que el objetivo de la cita “ha sido siempre reunir a las familias del barrio en un ambiente tranquilo, con música para conversar, tapas y convivencia”.
Mora ha reconocido que la medida tendrá un impacto “no solo económico”, ya que la verbena “aporta ingresos importantes que se destinaban a la obra social de la hermandad”, sino también social, porque “el barrio se vuelca y son muchos los vecinos que participaban en la barra o en la cocina”.
Ante la prohibición, la hermandad ha decidido no trasladar la verbena a otro emplazamiento fuera de Santa Marina. “Salirnos fuera sería darle la razón a un planteamiento equivocado”, ha declarado Mora. “Si no la hacemos en el barrio, parece que lo que estábamos haciendo era solo por dinero, y no es así. El fin principal es mantener viva la vida popular del barrio”.
Quejas de los vecinos
Aunque ha admitido que entiende a los vecinos que protestaron por lo ocurrido el año pasado, Mora ha lamentado que no se hayan aplicado medidas como las adoptadas en las Cruces de Mayo para evitar el botellón. “Esperamos que el próximo año sí se pueda y que existan soluciones para que las hermandades del casco histórico no se vean desamparadas”, ha concluido.
