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Morón de la Frontera

Si los presocráticos te parecen una panda de casposos reaccionarios. Si crees que los premios Nobel habría que concederlos por riguroso orden paritario. Si opinas que la militancia LGTBI debiera puntuar en las oposiciones a determinados puestos de la Administración. Si mirándote a los ojos es imposible adivinar los disparates en que piensas. Si a base de piercings, tatoos y dilatas has conseguido deformar tus naturales dotes, como les rebeldes sin cause. Si logras articular largas parrafadas sin equivocarte en una sola conjunción neutra, o agenérica, o como se llame neogramaticalmente. Si entiendes a la primera y sin parpadear los extraños triángulos que se pueden construir con hipotenusas cis y catetos trans. Si te mola alguno de los anteriores presupuestos, e incluso un par de ellos…, es que te has `pasao' de vanguardia.

Si eres tan insultantemente joven y rematadamente materialista que de El Capital, de Marx, solo te quedas con el título; para desechar la pulpa de la obra por su rancio clasismo, que ni te va ni te viene. Si atrapado por el engranaje del sistema te blindaste, para no darle la satisfacción de verte sufrir ni padecer. Si no deseas para no echar en falta, pero tampoco envidias a los que poseen desmedidamente aquello que no tuvieron que desear. Si sabes que nunca pasarás del alquiler compartido, y eso no te parece injusto…, es que te has `pasao' de `desclasao'.

Si algún día, por ventura, los ultra indiferentes y los ultramodernos convergieran. Si con su acción o su inacción fuesen aumentando la temperatura o la presión de este siglo de olla express…, entonces se alcanzaría un punto en que por fin todo explotaría. Sería la enésima revolución, que ya tocaba. Para reiniciar otro ciclo por fin nuevo sobre los restos de la deflagración. Y si todo eso se cumple, entonces se comprobará cómo al equilibrio del futuro solo se llega a través de los excesos del presente.