Los alumnos de los colegios Domingo Lozano e Intelhorce de Málaga vuelven a arrancar el curso alojados en otros centros educativos

Málaga

Dos colegios públicos de Málaga no abrirán sus puertas este curso escolar: el CEIP Domingo Lozano, que se cerró en diciembre de 2023; y el Intelhorce, que lleva seis años esperando la construcción de sus nuevas instalaciones. Las familias piden "agilidad y compromiso" por parte de las instituciones.

Segundo curso para el Domingo Lozano sin usar sus aulas

Los problemas de cimentación de este colegio público situado en la barriada de Carranque lo llevaron al cese de su actividad. Entonces, los 260 menores fueron repartidos en dos centros cercanos: el Ciudad de Popayán y el Luis Braille. A fecha de septiembre de 2025, los niños y niñas vuelven a esos colegios, pero ha bajado a 215 la cifra de menores matriculados, 45 menos respecto al curso anterior. Desde la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) del Domingo Lozano no se alarman con el dato e insisten en la incertidumbre con la que afrontan la temporada.

Gloria Rueda, presidenta de la AFA, asegura que comienzan el curso con ilusión, pero con "mucho trabajo y esfuerzo" por parte de las familias, para quienes la conciliación sigue siendo un problema. "Es imposible que los padres puedan estar a las cinco de la tarde recogiendo a los niños en un centro y en otro", añade la también madre de un menor del centro.

La novedad de este año es la permanencia de tercero de primaria en el CEIP Ciudad de Popayán, algo que hace que menos alumnos tengan que desplazarse hasta el Luis Braille, que queda más alejado. "Eso para nosotros es una gran noticia, porque la verdad que a las familias les facilita mucho el día a día", explica Rueda. Empiezan el curso algo apretados en el Ciudad de Popayán porque aún no han comenzado las obras de rehabilitación del anexo previsto en ese centro. La presidenta de la AFA cuenta los días para que finalicen las obras que significarán dar un paso más hacia la normalidad y la recuperación de la calidad educativa que "deben de tener todos los centros públicos".

Gema, madre de varios niños del Domingo Lozano, tiene a su hijo mediano en Popayán y a su hija grande, ya graduada de primaria, que tuvo que llevarla al Braille, asegura que para ella y su marido esta división de los hermanos en diferentes centros educativos fue "un gran fastidio". "Yo no podía estar a la misma hora en dos centros diferentes. A mí eso me causó un gran problema, para los niños fue traumático y para los padres fue una desorganización", añade con cierta connotación de hartazgo.

Pese a que este curso escolar vuelva a ser atípico para las familias del CEIP Domingo Lozano, Rueda está convencida de que el centro se rehabilitará y podrán volver a sus aulas. "Si no no estaríamos luchando tanto como estamos luchando", afirma.

El Ayuntamiento de Málaga se comprometió a sufragar el coste de la redacción del proyecto de rehabilitación del centro educativo. Desde el consistorio aseguran que el plazo para la entrega del documento acaba esta semana, cuando la empresa adjudicataria lo haga, realizarán las comprobaciones oportunas antes de enviarlo a la Junta de Andalucía.

El caso del CEIP Intelhorce: seis cursos con los alumnos reubicados en otro colegio

Esta semana el Gobierno Andaluz ha informado sobre el futuro del colegio Intelhorce de Cruz de Humilladero que también fue clausurado por problemas de cimentación. La Junta de Andalucía ha adjudicado las obras de sustitución del centro educativo de infantil y primaria por un importe de más de seis millones de euros con un plazo de ejecución de 15 meses desde el comienzo de los trabajos.

La actuación consistirá en la demolición de los dos edificios que componen el colegio y su sustitución, en la misma parcela, por uno de nueva construcción. Actualmente el CEIP Intelhorce se encuentra alojado en las instalaciones del CEIP El Tarajal, debido a las patologías estructurales que presentaba.

Este miércoles 10 de septiembre los alumnos inician curso, será el séptimo alojados en otro centro. El director del CEIP Intelhorce, Juan Carlos Gutiérrez, reconoce el cansancio de la comunidad educativa pero también la ilusión de ver más cerca el nuevo colegio. "Hemos programado una fiesta con juegos para el primer día y otra con actuaciones que tendrá lugar en una o dos semanas, dependiendo de los ensayos", asegura.

Las tutorías entre profesores y familias del centro se hacen en un bar frente al antiguo colegio para que sean más cercanas. Son tres kilómetros los que separan un centro de otro y la realidad del día a día, explica su director, sigue siendo dura. Cada mañana los alumnos viajan en autobús al Tarajal y cualquier incidencia se convierte en un problema. "Aquí hay damnificados por todas partes, no solo nosotros, también los del Tarajal porque ellos han perdido muchas aulas", afirma Gutiérrez.

El colegio ha perdido a la mitad de sus alumnos en estos años. Su director espera que el nuevo Centro Educativo esté operativo para febrero o marzo de 2027 y que las familias se animen a matricular a sus hijos en el CEIP Intelhorce.