Sheila y sus hijos, atrapados cuatro horas en el atasco del domingo: “Mi hijo con autismo se agobiaba mucho”

Motril

Sheila Garrido, madre de dos niños, uno de ellos con autismo, fue una de las muchas personas afectadas por el colapso de tráfico del pasado domingo entre Almuñécar y Granada. Lo que normalmente es un trayecto de casi una hora, se convirtió en una pesadilla de cuatro horas de atasco continuo debido al desvío obligado por la carretera N-323, ante el cierre del viaducto de Rules por obras de emergencia.

“Salimos a las seis de la tarde y no llegamos a Granada hasta las diez y cuarto. Mi hijo Álvaro, que tiene autismo, lo pasó mal porque no avanzábamos”, ha explicado a Radio Motril, Sheila, que hace este trayecto cada fin de semana por motivos familiares.

Preparada para una retención moderada, llevó agua y paciencia, pero no esperaba el colapso total: “Pensaba que sería una hora o algo más... pero no cuatro horas. Incluso probé por la nacional para evitar la autovía, y fue igual de mal.”

Como Sheila, hay personas que han de desplazarse de manera habitual a la capital y que ahora esta sexitana planea subir por la carretera de La Cabra para evitar la zona conflictiva, aunque tarde más.

“Prefiero tardar más y no desesperarme”, asegura.

Sheila reclama, como otros conductores, que se valore habilitar un carril adicional de subida en tramos donde actualmente hay dos de bajada, como ya se hizo en otras ocasiones con conos. Mientras tanto, teme que la misma situación se repita el próximo fin de semana.