José María Reif, presidente de ALCER: “Para un enfermo renal, el tiempo es oro: no podemos perder horas de vida en una furgoneta”
Los enfermos renales de Córdoba alertan del perjuicio de sustituir los traslados en taxi por ambulancias colectivas

Enfermos renales de Córdoba alertan del perjuicio de sustituir los traslados en taxi por ambulancias colectivas
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Córdoba
Los pacientes de diálisis en Córdoba y la provincia han mostrado su preocupación por la decisión del Servicio Andaluz de Salud de no prorrogar el convenio que desde hace 30 años mantenía con la asociación ALCER y el sector del taxi. Este acuerdo permitía a los enfermos acudir a sus sesiones en vehículos concertados, un servicio que será sustituido por ambulancias no medicalizadas.
Horas de espera
El presidente de ALCER Córdoba, José María Reif, que lleva 15 años en tratamiento, ha explicado en el programa Hoy por Hoy Córdoba que el uso del taxi reduce al mínimo los tiempos de desplazamiento, lo que resulta esencial para quienes deben acudir entre tres y cinco veces por semana a sesiones de más de cinco horas. Según señaló, "el transporte colectivo obligará a los pacientes a salir de casa hasta dos horas antes y a esperar tras el tratamiento, en condiciones físicas muy debilitadas, a que terminen todos los compañeros de ruta". Esto, ha advertido, puede suponer entre cuatro y cinco horas adicionales cada día y una grave merma en la calidad de vida. Reif recalcó que “para un enfermo renal, el tiempo es oro” y defendió que Córdoba no debería “igualarse a peor” respecto a otras provincias.
Taxistas perjudicados
Los taxistas, por su parte, subrayan que el servicio no les resulta rentable en términos económicos, ya que se presta con tarifas muy por debajo de las oficiales, pero lo mantienen por su valor social. José Antonio Coca, presidente de Autacor, recordó que en la capital unos 20 o 30 taxis trabajan a diario en estos traslados, y que perder el convenio supondría un “golpe humano” para el sector. Desde el ámbito rural, Antonio Varón alertó de que la desaparición del servicio significaría la “extinción” del taxi en los pueblos, además de un “martirio” para los pacientes, con viajes de hasta tres horas en furgonetas colectivas.
La preocupación se amplifica porque la empresa que gestiona actualmente las ambulancias, SSG, acumula denuncias por retrasos y falta de recursos. Representantes sindicales ya han advertido de que difícilmente podrá absorber el volumen de unos mil pacientes renales que requieren transporte en la provincia.
Convenio hasta agosto de 2026
De momento, el convenio del taxi ha sido prorrogado un año más, hasta agosto de 2026, aunque cualquiera de las partes puede denunciarlo con 15 días de antelación. Pacientes y taxistas reclaman al SAS que mantenga este modelo de transporte, que consideran más eficiente y respetuoso con la salud y la dignidad de los enfermos.




