La Exposición Iberoamericana de 1929 vuelve a inspirar la portada de la Feria de Abril de 2026
El diseño es del arquitecto italiano afincado en Sevilla, Davide Gambini
Sevilla
El Ayuntamiento de Sevilla ha dado a conocer este martes el diseño de la portada de la Feria de Abril de 2026. Su estética está basado en la fusión de dos elementos arquitectónicos señeros de la ciudad de Sevilla: el Pabellón de Portugal de la Exposición Iberoamericana de 1929 y el Cenador de Carlos V, este último ubicado en los Jardines del Real Alcázar.
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El autor de este diseño es Davide Gambini, una cara conocida ya que es la segunda portada que diseña tras la de 2024. En aquella ocasión, la estructura estuvo dedicada al Pabellón Mudéjar de la Plaza de América de María Luisa, sede del museo de Artes y Costumbres Populares, obra de Aníbal González, también de la Expo de 1929. Gambini ha reconocido que para el próximo 2026 ha optado por continuar con dicha exposición como hilo conductor, puesto que las últimos cinco portadas han seguido este patrón.
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Davide Gambini: "Esta elección viene motivada por una efeméride de enorme relevancia, el quinto centenario de la boda entre Carlos V e Isabel de Portuga"
"Para dar forma a esta portada, he creído en la tradición, historia y continuidad con respecto al año anterior. En las últimas cinco ediciones, la portada ha tomado inspiración en un edificio realizado para la Exposición del 1929, uno de los ritos arquitectónicos y culturales más importantes de la Sevilla contemporánea", ha explicado Gambini en la presentación.
El autor italiano ha detallado que la estructura de la portada de 2026 será la del pabellón de Portugal, si bien cuenta con detalles de los azulejos del Cenador de Carlos V, homenajeando así los 500 años de la boda de este monarca con Isabel de Portugal, que se celebró en Sevilla y que se conmemoran el próximo año: "Aquel enlace no solo marcó la historia de España y de Europa, sino también fue un testimonio del papel de Sevilla como cruce de camino, escenario de encuentro y ciudad abierta al mundo".
"El cenador, construido para conmemorar aquella unión, tiene un valor simbólico extraordinario. Fue levantado para una fiesta, la fiesta de una boda real, y me ha parecido especialmente bello que, cinco siglos después, sirva de inspiración para otra gran fiesta de la ciudad", ha concluido a este respecto al autor.
