Síndrome Vox en San Telmo
El partido de ultraderecha es la amenaza real para la hegemonía del PP andaluz, pero sería un error cambiar de receta

Sevilla
Todo se contagia. También las tendencias y estrategias políticas. Andalucía tiene que celebrar elecciones autonómicas antes del próximo verano. La legislatura acabará incluso antes que el recién estrenado curso escolar.
El PP y el Gobierno de Andalucía están ante su elección más difícil desde que lograsen la alternancia. Si analizamos cómo le ha ido a los populares andaluces desde la carambola electoral de 2018 –que no fue casual, de cualquier forma–, lo que permitió gobernar a Juanma Moreno con un resultado pobre fue la fortaleza de entonces de Ciudadanos y la primera irrupción de Vox en un parlamento español, pero su gran acierto fue no contaminarse de las políticas excluyentes de Vox, rayanas en el machismo y la xenofobia.
Lograr gobernar sin incluir a Vox en un tripartito y cumplir sus compromisos sin renunciar a principios elementales permitió a Moreno presentarse cuatro años después ante los andaluces como la mejor opción para frenar a la ultraderecha: convenció a muchos ex votantes socialistas que era mejor confiar en él que en Juan Espadas. Y los andaluces que votan confiaron hasta otorgarle una mayoría absoluta.
Tres años y tres meses después, a la izquierda no parece haber una alternativa. Ni el recambio de Espadas, María Jesús Montero, ni la fragmentación a la izquierda del PSOE han servido para construir esa alternativa.
El PP está en disposición de mantener su hegemonía actual en Andalucía. Pero la amenaza real para poner en riesgo la mayoría absoluta de la que goza Juanma Moreno es el crecimiento de Vox y su incidencia en una distribución provincial de escaños que da opciones a las minorías porque se eligen en total 109 parlamentarios.
Frente a esta posibilidad cierta, en San Telmo no deberían caer en el síndrome Vox, ese que padece la dirección nacional –la actual y la anterior– de su partido.
Solo desde una posición central y centrada se puede conservar la mayoría social y política. No caben los bandazos, ni los radicalismos. Optar por parecerse a los de Abascal sólo favorece a Vox
En suma, se trata de seguir viendo el tablero como en 2022: Moreno sigue siendo la única opción para mantener las cotas de estabilidad y prosperidad que se han logrado en los últimos siete años en Andalucía. Conviene no olvidarlo ni distraerse con recetas de incierto resultado.




