Francisco Javier Rodríguez, el joven científico puertorrealeño premiado por la Real Sociedad Española de Química

Cádiz

Francisco Javier Rodríguez Mejías pasa sus días en el laboratorio de la Universidad de Cádiz. Allí, lleva a cabo varias líneas de investigación basadas principalmente en la agricultura sostenible. Por ejemplo, a través de los "compuestos" que utilizan las plantas para "defenderse o alimentarse", Francisco Javier Rodríguez y su equipo elaboraron herbicidas amables con el suelo y con otros animales, capaces de "mejorar el rendimiento" de los cultivos.

La inquietud del joven puertorrealeño de 32 años le ha llevado también a investigar formas de poder combatir a los mosquitos que transmiten enfermedades -tales como la malaria, el dengue o el propio virus del Nilo, que afecta a diversas poblaciones de Andalucía- con, de nuevo, compuestos naturales que se activan con la luz como arma. El alcalde de Coria del Río, al conocer que Francisco Javier había realizado una investigación que luchaba contra las larvas de los vectores, se puso en contacto con él: "Él estaba muy interesado en saber si mi investigación podía usarse allí. Ellos trabajan con investigadores del CSIC, que les asesoran en todo lo que es el tratamiento de estos mosquitos. Lo que yo le dije es que me encantaría ponerme en contacto con estos investigadores, con su departamento de sanidad, de salud pública, para ver cómo puedo ayudarlos, pero que aún necesito un poco más como, por ejemplo, estudios de seguridad". Pero para que sea una realidad, no solo hace falta financiación, que también, sino manos.

"Lo que me hace falta es músculo. Gente que venga y proponga ideas, chavales con ímpetu que pregunten: '¿Qué podemos hacer?' Si tuviera gente trabajando conmigo, en un plazo de un año podríamos conseguir resultados muy buenos", afirma. Entonces, ¿por qué no hay gente que quiera formar parte de estos proyectos? "La gente sí quiere ser investigadora, pero es muy difícil conseguir un contrato en centros de investigación", responde. Muy pocas plazas y muchísima competencia: el cóctel perfecto para que conseguir un contrato sea un sueño. Un contrato que lo habitual es que sea con unas condiciones precarias, tanto por el salario como por la inestabilidad. De hecho, Francisco Javier se replantea "constantemente" volver a hacer las maletas para irse de nuevo fuera de España, porque "las condiciones... no veas".

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Y eso que su trayectoria es brillante. El pasado verano, la Real Sociedad Española de Química le distinguió con el Premio Nacional al Mejor Investigador Novel en Química de Productos Naturales por su trayectoria. Pero ni el mejor está exento de la precariedad que reina en la investigación. "Tú comparas salario, comparas condiciones de trabajo, y por ahí fuera son mucho mejores", asegura el puertorrealeño, quien se muestra "pesimista" por que esto cambie y lo achaca a la cultura que hay instaurada en el sector al respecto, basada principalmente en la docencia. "Se crean puestos de trabajo en función de cuántos alumnos haya matriculados en un grado, máster o doctorado. Eso es un concepto que no existe fuera. Cuando yo he vivido en Austria, también he estado un tiempo en Alemania, los contratos se generan en base a unas necesidades de investigación", explica.

Francisco Javier Rodríguez ha narrado su historia en ‘Los que vienen’, la sección de Hoy por Hoy Cádiz, donde, los miércoles, el periodista Pepe Ortega pone el foco en los jóvenes que escriben su futuro en la Bahía de Cádiz.