Samuel, el niño de oro del boxeo almeriense que tiene un sueño

Almería

Tiene solo 16 años y es la gran promesa del boxeo almeriense. Su objetivo y su sueño es proclamarse campeón de España. Tiene las cosas muy claras en el mundo del boxeo, pero sobre todo en la vida; primero lo estudios y luego el boxeo, deporte que se ha convertido en su pasión gracias, seguramente, a su padre, presidente del Club Almería Boxing.

Samuel Cilla se queda maravillado con los estudios de la Cadena SER y la redacción de La VOZ, donde recuerda que estuvo cuando era un ‘peque’ en un visita escolar. Responde con seguridad a todas y cada una de las preguntas. Un ‘crack’ boxeando y en la entrevista. “Nunca me ha llamado la atención desde pequeño el boxeo, pero sí es verdad que iba a entrenar con mi padre. Sin embargo, una vez fui a una concentración a Granada, donde había más niños de mi edad y decidí apostar por el boxeo que entendí que sí tenía futuro”, recuerda.

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Padre y entrenador... “Me enseña mucho; siempre me recuerda que el boxeo necesita de mucha constancia y disciplina, y pese a ser mi entrenador me enseña muchas cosas para la vida”.

El boxeo “comienzo a conocerlo cuando mi padre monta el club, creo que sobre 2012 o 2013, pero desde 2022 fue cuando ya me llamó mucho más la atención”.

Samuel Cilla presenta el Club Almería Boxing: “Es una familia que acoge muy rápido a los que llegan nuevos donde los valores son los pilares del club, pero sobre todo tenemos una relación muy sana con los compañeros y los entrenadores”.

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¡Qué bien suena eso de sana! “Es verdad; hoy en día no hay muchas relaciones sanas, pero es lo que más buscamos en el Club Almería Boxing. Nos arropamos mucho y uno tiene una gran sensación porque el compañero quiere lo mejor para el resto”, explica.

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Samuel Cilla recuerda que “el boxeo es un deporte muy bonito, no solo es para competir y para entrenar y mantenerte en forma es uno de los mejores deportes que hay” y habla del boxeo ya desde el punto de vista de la competición: “Ahí es más exigente, un poco duro, pero al final se acaba disfrutando; para eso es el deporte, para disfrutar y mantenerse en forma”, explica el joven boxeador almeriense.

El cambio

El paso de entrenar a competir es grande y al mismo tiempo importante: “No es lo mismo entrenar en nuestro gimnasio que cuando nos sueltan en la selva con los leones, pero al final es un camino que hay que aceptar si te gusta el boxeo, aunque está claro que no es fácil. Yo no veo el boxeo como un deporte tan agresivo, acabé debutando al año después de comenzar los entrenamientos ya más en serio”, comenta Cilla.

Tiene claro sus objetivos en el mundo del boxeo, y en sentido apunta: “A partir de los 18 años ya no hay límite de edad, aunque la verdad es que ahora estoy empezando el Bachillerato y me gustaría centrarme en los estudios porque es un curso muy exigente, por lo tanto hasta donde se pueda compaginar las dos cosas”, pero el boxeo tira mucho: “Es cierto, pero desde pequeño me han inculcado que lo primero son los estudios que es lo que me ayudará para cuando sea mayor. El boxeo me ayuda a crecer como persona, pero lo que necesitará de mayor será trabajar y crear una vida”, explica este chaval de solo 16 años, pero las cosas muy claras para el futuro.

Orgulloso

Recuerda que se adquieren muchos valores gracias al boxeo: “Mucha disciplina y constancia; es un deporte que cuando lo dejas un poco luego cuesta mucho. Se pierda forma física cuando uno para. La constancia y la disciplina son valores fundamentales para el boxeo, pero también para la vida”. Vamos con la alimentación... “Es duro ¡eh! pero al final no se pasa mal porque se hace por un motivo y estar muy bien”.

Tiene una manía antes de los combates: “Rezo un Padre Nuestro para que Dios me ayude; subo al ring decidido porque no se puede subir nunca con miedo”.