Un Córdoba con dos caras salva un punto en San Sebastián

Córdoba

El Córdoba logró un trabajado empate en Anoeta ante el filial del la Real Sociedad, con un partido donde ofreció dos cara muy diferentes. Tras una primera parte infame, los cambios de Ania cambiaron al equipo en el segundo tiempo y a pesar del empate fallado por la Real, incluso hubo opciones de ganar.

El punto es merecido tras lo visto sobre el césped, pero claramente sabe a muy poco para un equipo que necesita salir de la parte baja de la tabla y al que se sigue costando un mundo ganar partidos.

La primera parte fue para olvidar. El Córdoba no jugó a nada y lo que es peor, mostró síntomas de falta de concentración y de actitud. Jugadores como Jan Salas o Pedro Ortiz estuvieron absolutamente desaparecidos, igual que Kevin Medina o Guardiola. El gol de la Real fue demérito blanquiverdes, que en un córner vio como Guardiola introducía el balón con el cuerpo en su propia portería. La Real, casi sin esforzarse, se marchó al descanso ganando.

El paso por el vestuario cambió las cosas. Ania quitó de una tacada a Pedro Ortiz, Salas y Medina para dar entrada a Requena (el mejor del equipo en la segunda parte), Dalisson y Theo. El cambio fue radical. Se mejoró en la presión, en las ganas y en el fútbol de ataque.

Sin embargo, una contra de la Real pudo sentenciar el partido. Penalti claro de Rubén Alves sobre Gorka Carrera y cuando todo parecía sentenciado, Iker Álvarez atajó el disparo de Peru Rodríguez para dar una vida extra a su equipo.

A partir de ahí solo existió el Córdoba, que lo intentó hasta que una buena jugada entre Carracedo e Isma dejó solo a Dalisson que fusiló a Fraga.

Con el empate ya no se jugó mucho más, pero tanto Fuentes como Isaac las tuvieron incluso para haberse llevado el triunfo.

El empate es justo, pero sabe a poco. Este Córdoba tiene que dejar atrás su versión de dos caras y comenzar a ser más regular.