Procesión Magna Jaén 2025: El Obispo de Jaén se postra ante la Virgen del Alcázar en San Ildefonso

Jaén

El Obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, se postró ante la Virgen del Alcázar en San Ildefonso. La patrona de la ciudad de Baeza ya se encuentra en la capital jiennense a la espera de que este sábado, 4 de octubre, se produzca un momento muy esperado, la procesión Magna con motivo del Año de la Esperanza. El Obispo acudió unos minutos antes de la celebración de la eucaristía, aunque tuvo que marcharse para poder atender otros compromisos.

Este domingo se vivía un momento muy esperado para los fieles baezanos. Desde primera hora de la mañana hubo mucho trasiego en Baeza con los preparativos de la llegada de la Virgen del Alcázar. Al mediodía, el bello trono dorado de la patrona baezana llegaba a las puertas de la Basílica de San Ildefonso de Jaén capital.

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Ya por la tarde, la Titular Mariana fue expuesta en el altar mayor de la Basílica donde, por cierto, se encuentra igualmente la Patrona de Jaén, la Virgen de la Capilla. Hay que recordar que la Virgen del Alcázar se encuentra a la espera de su coronación canónica, algo que a buen seguro llegará a muy corto plazo. De hecho, la cuestión de que forme parte de la procesión Magna de Jaén dice mucho del esfuerzo que el obispado está haciendo para la consecución urgente de esta misión permanente y continua durante años de la Real Archicofradía.

A las 20:30 horas se produjo una emotiva misa en honor a la Patrona baezana. En una abarrotada Basílica, y durante una hora, se produjeron momentos para el recuerdo como los vivas a la Virgen del Alcázar o el canto de su himno. A la finalización de la ceremonia, muchos baezanos y baezanas quisieron inmortalizarse con sus móviles ante la Patrona.

Historia

A principios del siglo IV, los cristianos dedican el templo que habían construido los romanos en el cerro más alto de la ciudad a La Virgen María, bajo la advocación de la Natividad, por estar La Virgen con el niño en brazos. Tras la dominación musulmana, los cristianos temen por la imagen y la sepultan bajo tierra, cubriéndola con la campana del templo, llamada la Beltrana, hoy de La Virgen. Cuando Fernando III el Santo conquista Baeza, el 30 de noviembre de 1.227, se desentierra la Imagen, después de setenta años, devolviéndola a su Iglesia junto con la campana que también se coloca en su torre.

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Durante el siglo XVIII, la zona del Alcázar sufre una gran despoblación, lo que unido al estado ruinoso del templo hace que a mediados de ese siglo se traslade la Imagen junto con otras pertenencias, incluida la campana, a la parroquia de San Andrés. La Imagen de La Virgen es de estilo Gótico, de talla completa y con el Niño en brazos, restaurada en diversas ocasiones, las más recientes fueron: En 1.962 por Juan Abascal Fuentes en Sevilla y en 1.990 por el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid, desde ese momento queda registrada y al cuidado de dicho Instituto para posteriores intervenciones.

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Baeza celebra sus fiestas en honor a su Patrona en torno al día quince de agosto, día que sale en procesión. Entre otros cultos se celebra una Novena en los días previos a su festividad. El domingo anterior al día quince de agosto la cofradía celebra la fiesta de Caballeros Horquilleros.