Cuando la colaboración se conecta con el territorio
La firma de Antonio Mariscal en Hoy por Hoy Jerez

Jerez de la Frontera
Cuando la colaboración se conecta con el territorio
Vivimos en un momento en el que la colaboración parece inevitable, pero no siempre está bien orientada. En turismo, lo vemos constantemente: acuerdos que a veces no se aplican, instituciones que no hablan entre sí, y proyectos que nacen con entusiasmo institucional pero mueren sin sentido. ¿Qué está fallando? En muchos casos, la falta de propósito, estrategia y coordinación. Y aquí es donde los clústeres turísticos podemos marcar la diferencia.
Un clúster no es simplemente una agrupación de empresas que comparten intereses. Es, o debería ser, una comunidad organizada que coopera para transformar el entorno en el que opera. En turismo, esa transformación pasa por cuidar lo local, generar valor real y, cada vez más, colaborar con sentido.
En el Clúster Turístico Destino Jerez hemos comprobado el poder de esta fórmula. Iniciativas que, de forma aislada, habrían tenido poco recorrido, se han convertido en proyectos transformadores cuando se han trabajado desde la inteligencia colectiva. La colaboración entre pequeñas empresas, asociaciones e instituciones públicas, ha generado nuevos productos, ha dado visibilidad al talento local y ha puesto en marcha procesos de innovación que benefician no solo al turista, sino también a la ciudadanía.
Clusterizar el turismo es preguntarse para qué, para quién y desde dónde. Si esas preguntas se responden de forma aislada, cada uno iremos por nuestro lado. Pero si se responden desde un clúster activo, con visión territorial, el resultado puede ser un destino más inteligente, más competitivo y más justo.
Porque al final, un clúster no es el fin. Es el medio para lograr que el turismo deje de ser una suma de esfuerzos dispersos y se convierta en una fuerza transformadora al servicio de toda una ciudad.




