El Almería se libera de sus estrellas

Almería

Si se ha logrado hacer olvidar a Luis Suárez que todo lo podía, lo que viene de camino se va a superar porque el Almería ha dejando de depender de un goleador como de un portero, defensa o centrocampista. Ha pasado a la historia la dependencia de un futbolista determinado y se ha optado con acierto por jugar como equipo y que salga quien salga la propuesta sea la misma. Cuando no jugaba el Pichichi la pasada temporada era un tema de estado, como parecía que sin Lopy el equipo perdería prestaciones. Luego la baja de Embarba bien cubierta, y nadie ha quedado como imprescindible con un equipo por encima de todo y de todos.

Poco queda de aquel Almería del talonario cuando todo se basaba en futbolistas de elevado coste que eran estrellas en cada una de las demarcaciones y jugaban por la inercia de un contrato. Tener a los mejores jugadores no te garantiza hacer equipo, y se han aprendido la lección en el Almería que viene, donde hay para elegir y las variantes son grandes. Especialmente en la zona ancha donde hay jugadores tan diferentes que montan la revolución en cualquier campo. La calidad hecha bloque es un arma decisiva para el ascenso, y eso es lo que ahora es el equipo que entrena Rubi. Una alineación donde cambian los nombres y se mantiene el modelo.

Las bajas no causan un cisma en el equipo

La repercusión de perder a Luis Suárez como luego a Lopy han sido temas de estado que han pasado a un segundo plano en el Almería. Nadie es imprescindible y la dependencia de un jugador determinado ha pasado a la historia. El equipo compite cada vez mejor y lo hace con cambios en la alineación titular y la puesta en escena sigue siendo la misma. Lopy y Embarba son futbolistas llamados a marcar las diferencias, pero el Almería sabe jugar sin ellos y competir para alcanzar el objetivo de la victoria. Se nota que no están porque son jugadores top para la categoría y se compite bien y se suma.

Cuando un equipo sabe a lo que juega da igual quien entre porque sabe lo que tiene que hacer. Ver en el campo a Stefan Dzodic es una alegría para el entrenador, como André Horta aportando su toque de balón y su experiencia, junto al que empieza una gran carrera. Los veteranos son minoría en el once titular y se ha logrado un sistema donde todos rinden y destacan, aportando y haciendo olvidar al que no juega. Nadie se echa las manos a la cabeza si el Almería viaja a Riazor sin Lopy y Embarba y las pruebas son concluyentes.

El Almería sabe a lo que juega en cada partido

El entrenador tiene una plantilla de mucha calidad. Sigue siendo la más cara de Segunda, pero con la diferencia de haber logrado armar un equipo y tener un modelo claro a la hora de competir los partidos. Salga quien salga el objetivo es el mismo y todos se ayudan en el campo siendo solidarios. Se han vuelto a ganar duelos individuales y viejas virtudes han regresado para quedarse. Hasta los cambios empiezan a darle al equipo un plus en los partidos. Todo son buenas noticias cuando a la calidad de los jugadores se le da un sentido futbolístico en el campo.

El Almería de ahora tiene hambre gracias a la proliferación de jugadores emergentes que tienen claro lo que les espera si hacen bien las cosas. Están en un club trampolín y con largos contratos que se pueden negociar cuando llegue un buena oferta. Jugar en Primera con el Almería es solo el primero de los pasos para muchos de los jugadores firmados que, como André Horta, siendo el único cedido de la plantilla: compiten sin límite dispuestos a triunfar y lanzar sus carreras. La competencia es grande y se ha pasado de ir cada uno a su bola a tener un vestuario sano y unido.

La calidad se multiplica con un buen sistema

Hay mucho para elegir en la plantilla del Almería con vistas a cada partido. El portero parece claro que será Andrés Fernández toda la temporada y que la defensa la van a formar. Chirino, Bonini. Nelson Monte y Álex Muñoz. Para el centro del campo hay muchas variantes con las que jugar y va a ser la línea de los grandes cambios en cada jornada. En ataque solo falta tener rodado a Thalys y todos a competir con la cabeza alta. La calidad ha quedado demostrada y cuando a los buenos jugadores se les une para la causa y se les pone a competir con un buen modelo, el triunfo está garantizado.

El mejor Almería está por llegar y se han dado pasos importantes para ganar en solidez y que no se noten las ausencias cuando lleguen. Hay más de un jugador por puesto y diferentes en su mayoría para alegría del entrenador. que sabe donde tocar para mejorar las prestaciones del equipo y se vayan consiguiendo las victorias. El equilibrio ha llegado para quedarse y la competencia por la titularidad salta a la vista viendo como el que entra mejora al que sale y viceversa. La salud del vestuario también ayuda en ese Almería que viene sin depender de un jugador determinado.