Rubi, entre el cuchillo y la relajación inconsciente del Almería

Almería

El Almería regaló espectáculo a su afición en el Mediterráneo. El 4-2 frente al Real Zaragoza confirmó la línea ascendente de las últimas semanas con 10 puntos de 12 posibles, pero Rubi quiso lanzar un mensaje de prudencia. El técnico catalán valoró la victoria con autocrítica, consciente de que todavía hay margen de mejora en varios aspectos del juego como el colmillo cerca del área para definir mejor las acciones.

“No hay partido sin sufrimiento, pero el equipo está a un nivel bueno que si lo mantenemos nos consolidará arriba”, afirmó Rubi en sala de prensa. La frase resume el espíritu competitivo que quiere imprimir a su plantilla. El Almería atraviesa un gran momento y el técnico necesita encontrar el equilibrio perfecto para que ese estado de forma no se confunda con la relajación.

En su análisis del encuentro, el preparador rojiblanco reconoció que el equipo dominó la primera hora de juego, aunque después concedió demasiado. “Hasta el 2-0 merecimos ese resultado, situaciones controladas, y después el Zaragoza tiró de orgullo y se metió de lleno. A veces nosotros menospreciamos ocasiones pensando que ya llegará otra y los partidos hay que matarlos antes. Se ha visto un choque muy bonito”, comentó. Para Rubi, la clave estuvo en la gestión del resultado.

Aquí defienden todos

Rubi insistió en la importancia del esfuerzo colectivo y en la mentalidad defensiva de todos sus futbolistas, en especial de Embarba, Arribas y Melamed. “Son jugadores cuyas virtudes son otras y que hacen ese esfuerzo defensivo. Hay acciones que marcan los partidos y no podemos dejar de poner la pierna, de atacar, de volver atrás… Esa es la clave”, subrayó, poniendo en valor la implicación grupal.

"Hay acciones que deciden los partidos, porque aquí atacamos y defendemos todos"Rubi, entrenador del Almería

El ataque debe hacer más

También se mostró exigente con el ataque porque hubo demasiadas acciones cerca del área que no terminaron bien: “Hay que meterle más cuchillo. El Zaragoza ha peleado, ha sacado orgullo; y por nuestra parte, del 2-0 se ha girado la tortilla dando el balón demasiado rato al rival y esperamos a hacer los cambios para recuperar el control. Nosotros pudimos hacer más goles y ahorrarnos ese resultado ajustado”.

Una relajación inconsciente

El entrenador quiso cerrar su comparecencia con un mensaje claro hacia los que piensen que el equipo se dejó ir. “No fue una relajación consciente, ni quiero que si fallamos una digamos que no pasa nada, sino que hubo muchos contragolpes y situaciones para hacer más daño. El Zaragoza se abrió y debimos ser más letales. Me enfado porque veo venir que si no ganas sé que este deporte es caprichoso”, concluyó.

El Almería vive uno de sus mejores momentos del curso, pero Rubi, que conoce bien la categoría, prefiere mantener los pies en el suelo. El técnico sabe que el equipo está cargado de talento y gol y va encontrando la línea de resultados adecuada para meterse entre los seis mejores de la competición.