El presidente está tocado

Sevilla

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, está tocado por la crisis de los errores en el cribado del cáncer de mama. En lo político y también en lo anímico. Se le nota mucho en sus apariciones públicas: dice estar enfadado por haberse enterado muy tarde de la crisis del programa de cribado y por el uso partidario que, según él, ha hecho la oposición del caso.

Pero a estas alturas, y aunque podamos comprender su desazón, lo relevante no es cómo se siente el presidente, sino qué va a hacer. Aquí se trata de estar preocupado y sobre todo de estar ocupado y centrado en dar respuestas rápidas, claras y eficaces a las mujeres afectadas por esta demora.

La destitución disfrazada de dimisión de la consejera de Salud ha marcado un primer movimiento en la dirección correcta. Su salida era inevitable. Pero esta marcha no puede ser un gesto aislado.

Lo que ahora se espera del Gobierno andaluz es que, en los próximos días y semanas, aclare lo ocurrido hasta el último detalle y que siga depurando unas responsabilidades que no pueden pararse en el despido de la consejera. Y no porque haya que salvar la imagen de nadie, sino porque se le debe a las mujeres que han sufrido una angustia indescriptible por esta situación y porque, en segundo lugar, también es importantísimo restablecer la confianza de los andaluces en un sistema que ha fallado donde más duele.

Y sí, este es también un asunto político y partidario. No solo es normal que esté en el centro del debate parlamentario: es que es necesario. Puede discutirse el tono de la oposición, quizás excesivo en algunos tramos, pero no su papel fiscalizador. Cuando está en juego la salud de estas mujeres, la política también tiene que entrar. Y cada uno tiene que jugar su papel, tanto el gobierno como la oposición. ¡Qué menos¡