Los monserga de los “ofendiditos”
Los que van de minoría “políticamente incorrecta” son ya mayoría

La Columna de Ángel Munárriz ( 16/10/25 )
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Sevilla
Está de moda mofarse de los "ofendiditos".
Todos conocemos la caricatura que hacen de esta figura sus detractores: el "ofendidito" es ese progresista mustio, instalado en el escándalo moralista y la "corrección política", que está tan acostumbrado a la hegemonía de sus ideas que no admite que nadie las desafíe.
El "ofendidito" es, siguiendo con sus detectores, la personificación de toda la blandenguería y cursilería de este tiempo.
Frente a esos "ofendiditos", se levantan los autoproclamados "políticamente incorrectos", los que se rebelan contra tanta ridiculez en nombre del recio "sentido común".
Los que presumen de decir las verdades del barquero sobre los inmigrantes, las feministas, etcétera.Se presentan como víctimas. "No me dejan hablar". También como resistentes. "A mí no me calla nadie".
Van por la vida de minoría perseguida y al mismo tiempo de minoría canalla.
Hay toda una industria en torno a este contradictorio victimismo. Políticos, columnistas, tertulianos y agitadores hacen fortuna quejándose de lo imposible que se ha puesto hacer una broma o salirse del carril, para a continuación descarrillar con la broma que les place, normalmente sin mucha gracia.
Están por todas partes.
Enciendo la radio y hay uno quejándose de los "ofendiditos"
Pongo la tele y sale uno que lo mismo.
Abro el periódico y diecisiete columnas seguidas bramando contra la "cultura de la cancelación".
Entro en las redes sociales y me atiborra la pantalla una catarata de mensajes de usuarios hartos, dicen, de la "corrección política".
En mis grupos de whatsapp, idéntica monserga.
Y pienso:
"Uf, son ya más los que están ofendidos por los ofendiditos que los ofendiditos en sí. Son ya más los políticamente incorrectos que los políticamente correctos. ¿Eso cómo puede ser? La minoría canalla y perseguida ya es mayoría".
Y pienso también:
"En realidad, los que presumen de ir a contracorriente ya no hacen más que seguir la corriente".
Pero lo pienso en voz baja, no se vayan a ofender. Que luego tienen la piel muy fina.

Ángel Munárriz
Periodista de 'El País'.




