En aislamiento un preso de Málaga por agredir sexualmente a la doctora que lo atendía
El sindicato Acaip exige "medidas contundentes" para frenar este tipo de comportamientos
"Los protocolos deben contemplar estas agresiones sexuales" Francisco Macero, Acaip
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Málaga
Acaip ha denunciado un nuevo incidente de carácter sexual ocurrido en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre, el cuarto en lo que va de año, "que ha vuelto a poner de manifiesto la situación de vulnerabilidad" que viven los trabajadores penitenciarios, explica en SER Málaga, Francisco Macero, representante sindical.
"Los hechos tuvieron lugar esta semana pasada durante una exploración médica a un interno que, en actitud violenta y sexual, comenzó a tocarse sus genitales por encima de la ropa mientras profería comentarios obscenos e insinuaciones hacia la doctora que lo atendía".
Botón antipánico
Desde el sindicato califican lo sucedido como un “comportamiento intolerable” y advierten de que este tipo de episodios no son aislados. “En los últimos meses hemos tenido varios casos similares que han afectado no solo a médicas, sino también a psicólogas, personal sanitario y funcionarias de vigilancia. Estas compañeras necesitarían reforzar sus seguridad con botones antipánico".
"Llevamos tiempo reivindicando que el protocolo de agresiones de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias incluya expresamente este tipo de incidentes de carácter sexual, ya que suponen una forma de violencia hacia los trabajadores y trabajadoras del sistema penitenciario".
“No se puede seguir considerando que estos actos queden fuera del protocolo por no existir contacto físico directo. Son agresiones en toda regla, y deben tratarse como tales. Las trabajadoras que han sido víctimas de estos episodios están realmente afectadas. ”, sostienen.
El sindicato también exige a la SGIP medidas contundentes frente a este tipo de conductas y la aplicación rigurosa del régimen disciplinario previsto en la legislación penitenciaria. “Cada vez son más frecuentes los comportamientos irrespetuosos o desafiantes por parte de determinados internos, lo que refleja una preocupante pérdida de autoridad institucional y una sensación de impunidad que se extiende entre la población reclusa”, advierten.
En este último caso, el interno —que ya había mostrado antecedentes de violencia— fue finalmente trasladado al módulo de aislamiento tras el incidente.
“Lo que está ocurriendo en las prisiones españolas no puede normalizarse. Cada episodio de acoso o insinuación sexual hacia el personal penitenciario es un ataque a la dignidad profesional"
