Espectáculo cósmico sobre Andalucía: una bola de fuego ilumina el cielo a más de 600 kilómetros de distancia

Málaga

La noche del sábado 18 de octubre ofreció un espectáculo inolvidable para miles de personas en el sur de España. Una intensa bola de fuego, brillante y fugaz, cruzó el cielo andaluz provocando asombro y curiosidad entre quienes pudieron contemplarla desde Málaga, Granada, Almería y otras provincias de la región. Durante unos segundos, el firmamento se iluminó con un destello incandescente que muchos confundieron con una explosión o incluso con un objeto entrando en la atmósfera sobre Andalucía.

Sin embargo, la realidad científica del fenómeno resultó aún más fascinante: la bola de fuego no se encontraba sobre suelo andaluz, sino a más de 600 kilómetros de distancia, sobrevolando el norte de Marruecos. Su extraordinaria luminosidad fue tal que el resplandor pudo observarse claramente desde la península ibérica.

Una roca del espacio a 67.000 km/h

Según explicó el astrofísico José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y responsable del proyecto SMART, el fenómeno fue causado por una roca procedente de un asteroide que impactó contra la atmósfera terrestre a una velocidad de 67.000 kilómetros por hora. La fricción con el aire provocó que el meteoroide —nombre que reciben estos fragmentos espaciales antes de alcanzar la superficie— se calentara hasta volverse incandescente, generando así la impresionante bola de fuego que pudo verse desde varios países.

De acuerdo con los registros del proyecto SMART, la desintegración comenzó a unos 82 kilómetros de altitud, sobre la localidad marroquí de Douar Fej Ennassar, y finalizó a unos 38 kilómetros de altura, en las cercanías de Douar Leqloue, también en el norte de Marruecos.

Madiedo señaló que la gran visibilidad del evento se debe a la potencia del destello generado en el momento de la desintegración:

“La mayoría de los testigos se encontraban en Andalucía, especialmente en Málaga, Granada y Almería. No obstante, también fue ampliamente visible desde Marruecos, debido a la gran luminosidad del fenómeno”, explicó el investigador.

Tecnología al servicio de la astronomía

El evento fue registrado por las cámaras del proyecto SMART, una red de observatorios impulsada por el Instituto de Astrofísica de Andalucía en colaboración con la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa. Esta infraestructura científica tiene como objetivo detectar y analizar el impacto de meteoroides contra la atmósfera terrestre, ofreciendo información clave sobre su origen, trayectoria y composición.

Gracias a estos sistemas, los investigadores pueden calcular con precisión aspectos como la velocidad, el ángulo de entrada o la altitud a la que el objeto se desintegra. Estos datos son esenciales para comprender mejor la dinámica de los fragmentos espaciales que constantemente penetran en la atmósfera terrestre, la mayoría de ellos sin consecuencias para el planeta.

Un fenómeno cada vez más habitual

El destello del pasado sábado no fue un caso aislado. Tan solo tres días antes, el miércoles 15 de octubre, se registró un fenómeno similar sobre la península ibérica. En esa ocasión, la bola de fuego sobrevoló el norte de España y Portugal, aunque también fue visible desde algunas zonas del sur.

Según los astrónomos, este tipo de sucesos no representan peligro alguno para la población. La mayoría de los meteoroides que entran en la atmósfera se desintegran por completo antes de alcanzar el suelo. Sin embargo, cada evento de este tipo se convierte en una oportunidad única para el estudio científico y la divulgación astronómica.

Una ventana al cosmos

Para muchos ciudadanos andaluces, aquella noche del 18 de octubre quedará grabada en la memoria como una de esas ocasiones en que el universo decide recordar su presencia. Lo que comenzó como un simple punto brillante en el cielo se transformó en una lección de astronomía en directo: una demostración de la energía, la velocidad y la belleza que acompañan a los visitantes más efímeros del espacio.

Mientras tanto, los equipos del Instituto de Astrofísica de Andalucía continúan analizando los datos captados por la red SMART. Cada registro, cada trayectoria calculada y cada segundo de vídeo contribuyen a desentrañar los misterios de los meteoros, esas breves pero intensas luces que cruzan el cielo para recordarnos que, incluso a cientos de kilómetros de distancia, el cosmos sigue dejando su huella sobre la Tierra.