A la deriva de las flores
Firma de opinión de Mari Cruz Blanco, arquitecta y urbanista

Firma de Mari Cruz Blanco, arquitecta y urbanista
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Córdoba
A diario corremos y corremos y muchas veces no sabemos detrás de qué vamos y por qué la urgencia es el motivo de nuestro despertar. Pero y si corriésemos tras una flor, tras un aroma, tras la belleza. Y si la motivación de nuestro caminar urgente por la ciudad no fuera otro que abrir la puerta del patrimonio para degustar la belleza de la vegetación y embriagarnos del placer de contemplar la naturaleza que nos susurra un detente aquí que tengo mucho que contarte. Y es que el Festival Internacional de las flores de Córdoba, que se celebra estos días, nos invita a vivir el futuro, ése que ansiamos y al que tanto tememos. Y lo hace a través de la conexión con el origen de todo, con los sentidos y el deleite de detenerse ante una flor, ante lo natural urbanizado y deconstruido para hacernos suspirar. Por un momento conectar con la belleza nos conmueve, y sucede algo extraordinario: ir a ver propuestas de futuro nos retrotrae al pasado, a nuestros abuelos y sus sencillas vidas, y a una ciudad donde cada planta ha iluminado millones de rostros propios y ajenos. Ir a vivir "Flora" es una forma sutil y un regalo al patrimonio cordobés que envuelve las instalaciones, las conferencias y los espectáculos y talleres, que, de otra manera, quizás no visitaríamos. La arquitectura como continente que, sin querer crea el paisaje construido que enmarca al paisaje ambiental y emociona al espectador. Y otra Córdoba, que creíamos ya conocida, se abre ante nuestros ojos porque redirigimos la mirada hacia ángulos hasta ese instante desconocidos. Corramos, pero hagámoslo tras una flor, para entender que en un solo instante de explosión de los sentidos se sana hasta el alma.
M. Cruz Blanco Velasco Dra. Arquitecta

Mari Cruz Blanco
Arquitecta




