Basi, el joven senegalés que llegó a Valdepeñas para trabajar en la aceituna y dos años después ha debutado en Segunda Andaluza

Jaén

Cada año son cientos los africanos que llegan a la provincia de Jaén para trabajar en la campaña de la aceituna. Historias desconocidas de vidas a la aventura que buscan un futuro mejor en una provincia como la nuestra. Una de esas vidas, la del senegalés Basi, vive estos días uno de sus momentos más felices. Llegó a Valdepeñas de Jaén hace dos años para trabajar y ha acabado también haciendo lo que más le gusta, jugar al fútbol, en Segunda Andaluza. Su historia nos la han contado él y el presidente del club, Antonio Estepa, este miércoles en el programa 'SER Deportivos Jaén'.

En un programa en el que tiene cabida todo el mundo, no solo los que marcan goles o los paran, el poder jugar al fútbol después de dos años de 'papeleo' le saca una sonrisa de la cara a Basi. Ahora, reconoce que está "muy feliz". "Desde que llego aquí a Valdepeñas me siento uno más de ellos. Me tratan bien, sobre todo mis compañeros, me acogieron muy bien y por eso tengo muchas ganas de jugar con ellos juntos", añadía en la entrevista.

El presidente del Valdepeñas de Jaén, reconoce que Basi es un chaval que llegó hace un par de años para la recolección de la aceituna, "se interesó por el equipo, lo conocimos, empezó a entrenar con el primer equipo y desde hace dos años no se ha perdido ni un entrenamiento aún sabiendo que no le podíamos sacar ficha porque no tenía la documentación. Ha sido muy constante, no ha dejado de entrenar ni un día, con una ilusión tremenda y gracias a Dios lo hemos conseguido", detallaba emocionado el directivo.

Después de mucho trabajo con la documentación y de muchas llamadas a la Federación, el pasado domingo Basi debutó como titular y "estuvo bastante bien, muy acertado", según Estepa y la plantilla, "todos muy contentos, porque el chaval hace equipo". "Nos hacía falta empezar a remontar porque el comienzo de la temporada no ha sido muy bueno que digamos", añadía el presidente.

El senegalés jugó de central, aprovechando su corpulencia y recordando cuando jugaba en su país. "En Senegal yo había jugado en el equipo de mi pueblo, cuando era pequeño. Estábamos en una liga y jugué siempre desde pequeño hasta que llego aquí. Cuando llego yo no conocía nada y en la aceituna, con un jefe que se llama Manolo, empecé a trabajar con él y un día, un jugador de nuestro club, el capitán, Bilal, me dijo que fuera a jugar porque yo le dije que era futbolista. Ahí empezó todo, como el suegro de mi jefe era el presidente, habló con él y hasta hoy", detallaba.

Basi, que reconoce ser muy feliz con sus compañeros pero sobre todo con Manu Morales, halaga el nivel del fútbol provincial y está deseando que llegue el domingo próximo, a las 19.00 horas, para jugar el derbi ante Los Villares. "Les vamos a ganar", terminaba diciendo en la SER consciente de que el deporte puede ser una forma esencial para la integración y la felicidad de las personas inmigrantes que vienen a nuestra tierra prácticamente con las manos en los bolsillos a buscarse un futuro mejor.