La Policía Nacional de Marbella recupera más de dos millones de euros estafados a través de ciberataques
Los ciberagentes frustraron un fraude de 1,4 millones en la compraventa de una villa de lujo

Rubén y José Manuel, Comisaría Nacional de Policía de Marbella
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Marbella
Ciberagentes adscritos a la Comisaría de Policía Nacional en Marbella han recuperado más de 2 millones de euros estafados a una veintena de víctimas a través de ciberataques a correos electrónicos, la mayoría de casos asociados a operaciones inmobiliarias.
Entre los sucesos esclarecidos destaca, en concreto, uno de ellos, en el que la rápida actuación de los investigadores ha permitido frustrar un fraude de 1,4 millones de euros en la compraventa de una villa de lujo.
En este caso los ciberagentes contaron con la colaboración de las entidades bancarias afectadas, así como con el auxilio de Interpol y Europol, lográndose la localización, intervención y retorno a su legítimo propietario de un total de 1.445.000 euros, bloqueando a tiempo varias transferencias con destino a Portugal y Austria.
Man in the Middle
Desde la creación en 2023 del grupo de Ciberdelincuencia en la Comisaría de Marbella se han resuelto, entre otros delitos informáticos, 20 estafas que reúnen los parámetros del fraude conocido como ‘Man in the Middle’ o ataque de intermediario.
Según explican desde la unidad de Participación Ciudadana de Marbella y la propia unidad de delitos económicos, en este tipo de delitos los criminales interceptan una conversación, a través del correo electrónico, entre dos empresas que mantienen relaciones comerciales, de prestación de servicios o cualquier otra que implique una obligación de pago.
Este tipo de estafa informática consiste en interceptar una conversación o una transferencia de datos haciéndose pasar por uno de los legítimos participantes de la transacción. Así, los intrusos realizan ligeros cambios en el correo legítimo, a veces inapreciables para las víctimas, como podría ser la introducción de un punto o un guión, o la sustitución de una letra por otra.
A continuación, los ciberdelincuentes, en ese intercambio de correos electrónicos, aportan un nuevo número de cuenta bancaria para llevar a cabo las transferencias de dinero, haciéndose pasar por la empresa proveedora de un determinado servicio que la víctima requiera. Finalmente, el capital llega a la cuenta de los estafadores, mientras el perjudicado cree que realmente lo ha enviado a la compañía con la que tiene relación contractual.




