La ruleta rusa del Servicio Andaluz de Salud

Sevilla

Una sevillana ha sufrido una mastectomía porque no fue informada de los resultados dudosos de su mamografía hasta dos años después. Una cordobesa a la que le detectaron bultos en el pecho lleva casi dos años sin ser citada pese a que le recomendaron revisiones semestrales. Nos estamos enterando con cuentagotas de las aberraciones cometidas en la sanidad pública andaluza.

Aberraciones consecuencia una suma de despropósitos fruto del nefasto papel llevado a cabo por políticos incompetentes y gestores incapaces. Fruto del desvío de dinero a espuertas a la privada mientras se desmantela nuestra sanidad pública. Fruto de protocolos de actuación criminales que se han mantenido y se siguen manteniendo en secreto. Y ahora, lo de siempre.

Una sarta de mentiras para encubrir las gravísimas negligencias que se han producido y se continúan produciendo. Una nueva versión de lo ocurrido cada día a la espera de que alguna cuele. Y ante cada nuevo escándalo, se permiten lanzar insultos contra quienes los destapan.

A las mujeres de AMAMA las han llamado manipuladoras. Lo hizo la infame consejera de Salud cuyo cese se disfrazó de dimisión. Y ahora, el único sustituto que ha sido capaz de encontrar Moreno Bonilla, Antonio Sanz, se permite acusarlas de “lanzar infundios”. De atacar la sanidad pública, dice el nuevo consejero de Sanidad.

Es el colmo de la desfachatez que con lo que están haciendo, nos acusen a nosotros de ser los que estamos atacando a nuestra sanidad. Demasiados andaluces llevan demasiados años permitiendo que nos roben, con ese desvío multimillonario de lo público a lo privado. Lo que dudo mucho es que vayan a permitir también que con su incompetencia, con su absoluta falta de empatía, la derecha también nos mate.