El Ayuntamiento restaura más de treinta treintena de esculturas y fuentes

La inversión prevista hasta 2027 para el mantenimiento y limpieza del patrimonio escultórico y monumental asciende a 150.641 euros. Las actuaciones incluyen piezas emblemáticas como El Biznaguero, El Cenachero, el Monumento a Picasso y el Cristo de los Faroles.

El Ayuntamiento de Málaga ha restaurado en los dos últimos años más de una treintena de esculturas y fuentes del patrimonio municipal. Los trabajos, coordinados por el Área de Cultura y Patrimonio Histórico, han sido ejecutados por la empresa Quibla dentro del contrato de mantenimiento y conservación del patrimonio escultórico de la ciudad.

La inversión prevista para este programa de mantenimiento y limpieza, que se extenderá hasta 2027, asciende a 150.641,58 euros. El objetivo del proyecto es garantizar la conservación de las obras situadas en espacios públicos, tanto históricas como contemporáneas.

Entre las piezas restauradas se encuentran esculturas de gran valor simbólico como El Biznaguero, el busto de Enrique Navarro Torres, Divertimento, el Monumento a Picasso, la veleta de la iglesia de la Merced, el monumento a Arturo Reyes, el Cristo de los Faroles, el monumento de la Conquista a la Luna, el Marengo, el Monumento a Rosario Pino y El Cenachero, el Monumento al Donante, y la escultura Aplauso Infinito, entre otras.

También se han intervenido piezas conmemorativas y elementos de señalización urbana, como la placa dedicada a Joaquín Ivars, el cartel de la Alcazaba y el Teatro Romano, la placa del hermanamiento con Passau, y monumentos dedicados a Rubén Darío, Moreno Carbonero, Eduardo Ocón y al Marqués de Larios.

Una de las restauraciones más destacadas ha sido la de la escultura del Cristo de los Faroles, situada en la plazuela de San Juan de Dios y obra de José Espinós Alonso (1963). La pieza ha sido sometida a un tratamiento estructural tras sufrir la rotura de sujeción a la peana y caer al suelo. La intervención ha incluido la reparación de daños, la reposición de cristales, la mejora de la estabilidad del conjunto y la recuperación de su color original.

Otra de las obras restauradas es El Biznaguero, de Jaime Fernández Pimentel (1963), ubicada en los Jardines de Pedro Luis Alonso. La escultura presentaba corrosión por oxidación y ha sido tratada con ácido tánico para reforzar la protección del bronce. Además, se ha aplicado pintura para devolver su color oscuro y una capa de protección final para garantizar su conservación a la intemperie. También se ha restaurado la placa identificativa, mejorando la legibilidad del texto.

En el caso del Monumento a Pablo Ruiz Picasso, obra de Miguel Ortiz Berrocal (1971-1976) situada en los jardines que llevan su nombre, se ha realizado una limpieza profunda para eliminar costras y pintadas, así como la aplicación de una nueva capa protectora. También se ha limpiado la placa conmemorativa y se ha devuelto el brillo al texto original.

El busto de Enrique Navarro Torres, de Eduardo Cebreros Rueda (1986), en la plaza que lleva su nombre, ha sido restaurado tras sufrir roturas por la desunión de fragmentos. Se han utilizado resinas especiales y mortero de piedra para fijar y reconstruir las zonas dañadas, además de un tratamiento cromático para unificar su color.

En cuanto a elementos del mobiliario urbano, se ha intervenido en la escultura Divertimentos, de Chema Lumbrera (2009), mediante una limpieza mecánica y química, el sellado de bordes y una reintegración cromática en zonas con pérdida de policromía.

También se ha restaurado el cartel de la Alcazaba y el Teatro Romano, retirando los azulejos del soporte, limpiando los elementos metálicos y sustituyendo las partes corroídas. Posteriormente, se reconstruyó la caja y se reinstalaron los azulejos en su posición original.

Por último, se han acometido actuaciones en las fuentes ornamentales y de agua potable de la Alcazaba, en colaboración con el Área de Sostenibilidad Medioambiental y Emasa. Estas intervenciones han permitido restaurar la circulación hidráulica mediante sistemas de recirculación interior optimizados y acondicionar las fuentes de agua potable.

En total, Emasa ha invertido más de 9.000 euros en estas actuaciones, que han incluido la puesta en funcionamiento de las fuentes ornamentales interiores, la instalación de un nuevo cuadro eléctrico y la recuperación de la fuente ornamental de la puerta de la Alcazaba.

Estas acciones forman parte del compromiso municipal con la conservación del patrimonio escultórico y monumental de Málaga y contribuyen a preservar las piezas que conforman la identidad cultural y urbana de la ciudad.