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Sociedad

Veinte años después los restos exhumados en San Rafael siguen sin identificar por cotejo genético

Las muestras de ADN tomadas a familiares y víctimas entre 2006 y 2009 siguen pendientes de cotejo genético. Los más de 2.800 cuerpos recuperados permanecen sin nombre bajo la pirámide del Parque de la Memoria

El arqueólogo Andrés Fernández Martín, que coordinó los trabajos de exhumación de las fosas comunes en el cementerio de San Rafael en Málaga

Casi dos décadas después del inicio de las exhumaciones en el cementerio de San Rafael, ninguna de las víctimas recuperadas entre 2006 y 2009 ha sido identificada. Los restos, más de 2.800 cuerpos hallados en la mayor fosa común de la guerra civil y la posguerra en España, siguen depositados bajo la pirámide del Parque de la Memoria, en Málaga, sin nombre ni apellidos.

El 16 de octubre de 2006, un equipo de arqueólogos comenzó los trabajos en el cementerio malagueño para recuperar los restos de miles de personas ejecutadas durante la represión franquista. Tres años después, se habían exhumado 2.840 cuerpos y documentado más de 4.400 nombres vinculados a aquel lugar. Pero hasta hoy, no se ha producido ninguna identificación.

El arqueólogo Andrés Fernández Martín, que coordinó los trabajos de exhumación, ha confirmado que “ninguna de las cajas tiene nombre y apellido”. Todas permanecen numeradas, con su número de fosa y de víctima, pero sin identidad.

Las muestras biológicas de familiares y los restos óseos se recogieron durante las excavaciones, almacenadas en la Universidad de Málaga y enviadas recientemente al Banco de ADN de Víctimas de la Universidad de Granada, aunque el cotejo genético sigue pendiente. “Para que lo den por positivo debe haber una coincidencia casi total entre las muestras. Si no llega, no se certifica”, ha explicado Fernández.

A las dificultades técnicas se suman los efectos del tiempo. La degradación de los restos y la pérdida de familiares directos han reducido las posibilidades de coincidencia genética. “Muchas de las personas que dieron su ADN ya no están entre nosotros”, ha señalado el arqueólogo, que ha recordado que parte de las muestras se conservaron en tarjetas de sangre para mantener el perfil genético de los descendientes directos.

El arqueólogo Andrés Fernández Martín, que coordinó los trabajos de exhumación / SER Málaga

Un proyecto pionero en España

El de San Rafael fue el primer gran proyecto de exhumación colectiva en Andalucía y uno de los más importantes del país. Se desarrolló en un contexto sin ley de memoria y con un vacío legal que obligó al equipo a moverse entre trámites administrativos y denuncias judiciales.

Fernández, que tenía entonces 29 años, ha reconocido que aquel trabajo “fue el reto profesional más grande” de su vida. “Fue como empezar una catedral. No dábamos crédito a la magnitud de lo que había bajo tierra.”

Las primeras excavaciones revelaron zanjas de varios metros con restos entremezclados, cubiertos de cal viva. “La imagen era indescriptible”, ha recordado. El equipo de arqueólogos, antropólogos y voluntarios trabajó tres años de forma continuada, recuperando también objetos personales —botones, medallas, relojes, fotografías— que siguen conservados a la espera de un espacio expositivo propio.

Está proyectado un Centro de Interpretación de la Memoria de San Rafael, pero su ejecución permanece pendiente. “Llevamos años esperando ese centro que albergue los materiales y el relato completo de lo que aquí ocurrió”, ha afirmado Fernández.

El Parque de la Memoria

El antiguo cementerio se ha transformado en el Parque de la Memoria, presidido por una pirámide de mármol blanco de ocho metros de altura bajo la que reposan los restos exhumados. En nueve de las 24 hileras del monumento figuran los nombres documentados de las víctimas, aunque ninguno corresponde a un cuerpo identificado.

Cada año, en torno al 16 de octubre, familiares y asociaciones acuden al recinto para rendir homenaje a las víctimas con flores y velas blancas. “Esto es un verdadero parque de la memoria, donde la historia respira bajo la tierra”, ha dicho el arqueólogo.

Identificaciones pendientes en toda la provincia

En la provincia de Málaga hay registradas unas 99 fosas comunes, aunque solo en un 20 % se ha intervenido.

El arqueólogo ha insistido en que aún queda mucho trabajo por hacer. “Han pasado casi veinte años y seguimos sin una sola identificación. Va muy lento. Muchas personas ya no están, y han dejado el relevo a los nietos.”

El próximo año se cumplirá el vigésimo aniversario del inicio de las exhumaciones, y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga prepara actos conmemorativos en el Parque de la Memoria.

En la pirámide de mármol de ocho metros de altura en el Parque de San Rafael de Málaga, una vela y un ramo de flores blancas recordaban este lunes a las víctimas de la represión en homenaje a su memoria.